Nueva Canarias considera apropiada la valoración externa de los activos de la banca española

 Cree que la nueva reforma financiera, la segunda del Partido Popular, tiene un alto nivel de improvisación y no va a suponer una solución definitiva al problema

 Nueva Canarias considera apropiada la decisión del Gobierno del Estado de solicitar una valoración externa de los activos de la banca española ya que es muy importante para su capitalización y la circulación del crédito, más aún después de los erróneos dictámenes del Banco de España y otros organismos reguladores españoles y europeos, sobre la “buena salud” de la banca.

 Sin embargo, la organización nacionalista no está de acuerdo con el nuevo Decreto Ley anunciado por el ministro De Guindos para llevar a cabo una segunda reforma financiera con la que el Gobierno de España pretende aumentar en 30.000 millones de euros las provisiones para los créditos promotores “no tóxicos” (los que se destinaron a la construcción de vivienda). Éstas provisiones se suman a la realizada por el Gobierno de Zapatero y por una anterior del PP en enero, que eleva la cifra inyectada al sector de créditos promotores a 130.000 millones de euros.

 Nueva Canarias considera que es insuficiente porque entrarán otro tipo de préstamos, no solo promotores, en situación de riesgo de no ser devueltos porque la recesión económica y el alto desempleo provocará que los ciudadanos y las empresas dejen de pagar los créditos que han pedido para otros productos de consumo o para las actividades de las empresas.

 “Ésta es la segunda reforma financiera del Partido Popular y da una alta impresión de improvisación”, señalan desde las filas de Nueva Canarias que asegura que ésta reforma no será definitiva, ni logrará tranquilizar a los mercados.

 Deuda privada

La deuda privada que tienen la banca, las empresas y las familias españolas, y que asciende a 2,2 billones de euros, de los que el 70% se ha pedido al sistema financiero internacional, es la raíz de la crisis que se ve agravada por la ausencia de crédito, la recesión económica y el alto nivel de destrucción de empleo, ya que provoca un círculo infernal que conduce a menos actividad económica, más paro y más endeudamiento porque los ciudadanos y las empresas no tienen ingresos para pagar sus deudas.