“La emergencia climática es una crisis de derechos humanos de proporciones catastróficas
Amnistía Internacional en la conferencia sobre el clima COP26
Amnistía Internacional en la conferencia sobre el clima COP26
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, asistirá a la conferencia sobre el clima COP26 en Glasgow, (del 8 al 10 de noviembre) donde instará a los líderes a tomar medidas audaces acordes a la escala de la crisis que se desarrolla ante nosotros, a fin de prevenir nuevas pérdidas de vidas y otras violaciones de derechos humanos.
Agnès Callamard ha declarado:
“La emergencia climática es una crisis de derechos humanos de proporciones catastróficas, y nuestros líderes tienen que despertar y empezar a actuar en consecuencia. Ha habido mucho ruido, promesas fáciles y gestos simbólicos por parte de dirigentes mundiales respecto al cambio climático, pero ninguna acción efectiva. Muchos países han incumplido incluso los acuerdos existentes relativos a la presentación de compromisos actualizados para reducir las emisiones.”
“No nos podemos permitir el lujo de perder el tiempo con plazos vencidos o gestos políticos de cara a la galería. En lo que va de año hemos sido testigos de lluvias torrenciales desde Indonesia hasta Alemania, temperaturas abrasadoras desde Canadá hasta Pakistán, y una devastadora sequía en Madagascar; cada calamidad es una señal de alarma para adoptar medidas cada vez más audaces. Al agravarse la crisis climática cada día que pasa, también se agrava la pérdida de nuestros derechos humanos. Se están perdiendo vidas, y nuestro derecho a la salud, a una vivienda adecuada, a la alimentación, al agua, al saneamiento, entre muchos otros, está amenazado.”
“No nos podemos permitir el lujo de perder el tiempo con plazos vencidos o gestos políticos de cara a la galería”
Agnès Callamard, Amnistía Internacional
“Los líderes mundiales deben emprender acciones concretas para alcanzar colectivamente las cero emisiones en 2050 o antes, lo que implica reducir para 2030 las emisiones de carbono al menos un 45% respecto a los niveles de 2010. Los países más ricos, que se cuentan entre los mayores emisores del mundo, tienen la obligación de reducir sus emisiones más rápido y ayudar a países más pobres que están pagando el precio más alto del cambio climático. Lo primero es proporcionar ayuda y fondos adicionales para apoyar a esos países.”
“En el momento en que los países inician estas negociaciones decisivas, recae sobre ellos el peso del futuro de la humanidad. Pero también cuentan con la inmensa voluntad colectiva de comunidades de todo el mundo que los instan a adoptar medidas justas y rápidas para salvar y proteger nuestro planeta. Esperemos que nuestros líderes estén a la altura".
Amnistía Internacional insta a todos los países a:
- comprometerse a alcanzar unos objetivos de reducción de emisiones ambiciosos y que tengan en cuenta los derechos humanos para mantenernos por debajo de un aumento global de temperatura de 1,5°C;
- comprometerse a eliminar progresivamente los combustibles fósiles en lugar de apoyarse en medidas compensatorias que demoran la acción sobre el clima y pueden afectar negativamente a los derechos humanos;
- implementar un mecanismo global para apoyar a quienes ven afectados sus derechos, basado en que los países ricos asuman los gastos mediante financiación nueva y adicional no sujeta a reembolso,
- y adoptar medidas adecuadas para asegurarse de que se garantizan los derechos de todas las personas a la información y la participación en todos los niveles de toma de decisiones relacionados con el clima.
