ANC reprocha a las asociaciones de empresarios su complicidad en el atentado social que se está cometiendo

 Según Alternativa Nacionalista Canaria, las declaraciones de COE de Tenerife y CCE de Gran Canaria, criticando la huelga general y hablando de poca incidencia en el sector privado destapa la falta de veracidad de dichas organizaciones.

 Desde ANC afirman que la huelga de consumo ha sido un éxito en Canarias y que animan a cualquiera, con más crédito que los representantes de los empresarios que se escudan tras las citadas siglas para hacer política capitalista, a buscar un empresario que demuestre haber hecho una caja mayor, en esta jornada de lucha, que el 14 de noviembre del 2011. Pues, todos hemos sido testigos de los vacíos que llenaban los comercios, no sólo en las capitales.

 Por ello, desde el partido felicitan al Pueblo Canario por la madurez adquirida, que se traduce en la posibilidad de tomar este tipo de acciones conjuntas, dedicadas a recordar a los empresarios que sin consumidores no hay comercio y que, contrariamente de lo que diga la verborrea política de los que están al frente de nuestras instituciones, el mayor potencial de consumo lo forma la población del archipiélago.

 Para quién siga sin asumirlo, ANC advierte de que la jornada de ayer se puede tomar como  ensayo, de un futuro donde cada vez habrán menos consumidores y más pobreza y paro, de seguir siendo gobernados por los muñecos españoles del capitalismo y sus cómplices  locales de Coalición Canaria, que han sabido vender humo y no la realidad que se presenta en los libros de contabilidad. Por ese motivo, después de tantas pérdidas, cierre de empresas y subidas de impuestos, desde ANC se califica de inaceptable la ignorancia del problema social que pretenden tener algunos empresarios, al tiempo que desde ahora hacemos público que cada uno de ellos tendrá que asumir sus responsabilidades con este Pueblo, más pronto que tarde.

 Nosotros tenemos asumido el momento histórico que vivimos. Los empresarios canarios tienen que hacerlo también, porque nadie se salva de tener un lugar en el tejido social que escribe la historia de los pueblos, sino que el que desaparece.