CC-PP Un pacto para que nada cambie - IUC

El inminente pacto PP-CC se inscribe en la categoría de pactos que pretende salvaguardar el ecosistema, el económico claro, de las Islas Canarias.

No voy a repetir aquí las cifras, por sabidas y conocidas, de paro estructural-precariedad-pobreza, dependencia alimentaria y energética, irrelevante desarrollo de los servicios sociales, bajos sueldos y pensiones de miseria. Tampoco voy a repetir el porqué de la necesidad, asumida, exclusivamente a nivel de discurso político, incluso por el propio Gobierno de Canarias, de cambio en el modelo productivo que es, a juicio de prácticamente cualquier economista que se precie, el generador del paro la precariedad y la pobreza crónica de Canarias.

Pero hete aquí, que desde la ruptura del pacto político CC-PSOE, yo diría que antes y durante, el PP y CC se han enzarzado en un cortejo que, como el del urogallo, que pone de manifiesto la conservación del ecosistema, indica aquí, también, y de forma consciente, el interés por conservar el ecosistema, pero el productivo, el modelo productivo, intacto.

PP y CC saben que este modelo productivo, que perjudica y precariza a la mayoría de la población canaria, es, a la vez, el origen del enriquecimiento de la clase dominante canaria, ante la que responden y a la que deben lo que son, y bajo ningún concepto van a permitir su transformación.

La Ley del Suelo, de inminente aprobación, va a permitir que uno de los pilares de este modelo productivo, de puestos de trabajo precarios y actividades de bajo valor añadido, alcance de nuevo, en el sector de la construcción, ya prometen los empresarios inversiones por más de 1.500 millones de euros, cotas de destrucción del suelo y cemento como en los mejores años de la burbuja inmobiliaria.

El PP, CC y NC comparsa de última hora que no se resigna a verse relegado a la insignificancia, aunque para ello venda a los canarios y canarias, en Madrid, por unos abalorios-subvenciones, al más puro estilo jefecillo de tribu, han establecido un pacto, el pacto del urogallo, lo llamaría yo, para que el modelo productivo canario, el ecosistema económico canario se mantenga inalterable. Cada uno en su papel, desde el gobierno o desde la oposición, PP y CC, o desde los aledaños del mismo, CN, contribuyen a que Canarias continúe siendo, si el pueblo y las organizaciones de izquierda no lo remediamos, una de las Comunidades españolas con mayores déficits y una de las regiones de Europa más pobre.

El apoyo, de CC y NC, a los PGE 2017 se inscribe en la línea de “sostenella y no enmendalla”, mientras, exhiben los abalorios-subvenciones que la metrópoli les ha donado, que si un descuento por allí, que si una subvención por allá que si un millón para estoy otro para aquello y cuando se acaben los millones y estemos en las mismas, porque no se han creado puestos de trabajo estables y de calidad, porque el turismo da lo que da, porque el sector primario ha terminado definitivamente por desaparecer, porque no hay sector secundario, porque el modelo productivo, en definitiva, sigue siendo el mismo, pues vuelta a empezar, a menos que, como digo, la izquierda transformadora se ponga las pilas, deje de lado egos y rivalidades, nos pongamos a trabajar y acabemos con el secuestro del poder por estos jefecillos de tribu que mucho tienen que ver con aquellos que vendieron a los antiguos canarios por unos abalorios y prebendas.