Desde la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara (CEAS-Sáhara) queremos expresar nuestra sorpresa y estupor ante las vergonzosas actitudes y reacciones de Marruecos tras la vista del Secretario General de la ONU a los campamentos de población refugiada saharaui y a los territorios liberados del Sáhara Occidental, ambos bajo la administración del Frente POLISARIO, representante único y legítimo del Pueblo Saharaui.

Según ha confirmado la propia ONU, Marruecos ha trasladado oficialmente su decisión de reducir “significativamente” el componente civil de la Misión para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), así como de cesar inmediatamente sus contribuciones financieras a la misma. Además, Marruecos está utilizando la vía del chantaje mediante la amenaza de la retirada de sus contingentes militares que participan en las misiones de la ONU para mantenimiento de la paz en diversos países: Costa de Marfil, República Democrática del Congo y República Centroafricana.

Semejante reacción, infantil y completamente alejada de las debidas actuaciones diplomáticas, encuentra su excusa formal en la visita oficial del Secretario General de las Naciones Unidas a la zona, refiriéndose a la situación en que vive la población saharaui como “inaceptable” y considerando que el control marroquí sobre la mayor parte del Sahara Occidental es una “ocupación”. El propio Secretario General, en un comunicado sin precedentes y con un fuerte tono inusual en la Organización, ha expresado su “fuerte malestar y rechazo” ante la conducta impropia del Gobierno marroquí, tras las manifestaciones orquestadas en Rabat -que contaron incluso con la presencia de miembros del gobierno- y que “reflejan la falta de respeto hacia la Organización de las Naciones Unidas”.

Marruecos, en una nueva huida hacia adelante, completamente aislado en la Unión Africana, cuestionada legalmente su explotación comercial en el Sáhara ocupado por el Tribunal de Justica de la Unión Europea, y recriminada su actitud por el propio Secretario General de las Naciones Unidas, trata de difamar y acusar a la ONU, en una muestra más de su actitud de bloqueo e intrasigencia ante la celebración del referéndum de autodeterminación acordado bajo los auspicios de la propia ONU y la Unión Africana.

¿Seguirá España, legalmente potencia administradora del territorio, haciendo de comparsa de un régimen posicionado ya abierta y públicamente contra la legalidad internacional? ¿Seguirá España, legalmente potencia administradora del territorio, amparando con su silencio los ataques y menosprecios a la labor del Secretario General de la ONU? ¿Es ese el PAPEL de ESPAÑA en el mundo? En momentos en que se discute un nuevo gobierno, e incluso una nueva forma de hacer política, España tiene la oportunidad histórica de recuperar el papel de liderazgo que nunca debió abandonar para culminar el último proceso de descolonización del continente africano. La paz es el camino.

Ha llegado el momento de que la comunidad internacional, y el Estado Español como responsable legal de la situación del Pueblo Saharaui, movilicen todos sus recursos diplomáticos y económicos para forzar a Marruecos a volver al camino de la legalidad internacional y abandonar el camino de la vergüenza y la sinrazón que ha iniciado con sus ataques al sistema de las Naciones Unidas, convirtiéndose en el hazme reír de la comunidad internacional.

Madrid, 18 de marzo de 2016