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jueves, 25 de abril de 2024 03:33h.

Continúan las actividades en el campo de tiro de Adeje sin seguridad estructural.

Amigos en defensa de Ajabo ha comunicado al Ayuntamiento de Adeje y a la Dirección General de la Guardia Civil, que se continúa practicando el tiro al plato en el campo de Tiro Municipal de Adeje, con el muro de contención caído desde el mes de diciembre, lo que incrementa la inseguridad tanto para los usuarios, como para los vecinos y transeúntes.

Continúan las actividades en el campo de tiro de Adeje sin seguridad estructural.

Amigos en defensa de Ajabo ha comunicado al Ayuntamiento de Adeje y a la Dirección General de la Guardia Civil, que se continúa practicando el tiro al plato en el campo de Tiro Municipal de Adeje, con el muro de contención caído desde el mes de diciembre, lo que incrementa la inseguridad tanto para los usuarios, como para los vecinos y transeúntes.

El colectivo vecinal, opositor a estas instalaciones, no entiende cómo es posible que las administraciones públicas, concretamente el Ayuntamiento de Adeje, permita el uso de esas instalaciones con los daños que ha ocasionado las recientes lluvias en el muro de contención, incrementando el estado de preocupación de los vecinos ante el altísimo riesgo que supone la falta de seguridad estructural.

Los miembros de la asociación se preguntan quién o qué organismo se responsabilizará antes un posible accidente, quién o quiénes asumirán las consecuencias de los daños que pudiesen producirse ya que no han obtenido respuesta alguna de las denuncias realizadas a raíz de la caída del muro y, en lugar de precintar estas instalaciones, mantienen una actitud de desidia ante tales hechos.

La asociación Amigos en Defensa de Ajabo manifiesta que ya es grave el tener que soportar los ruidos de los disparos, el ver como el barranco se contamina con plomo y restos de platos, el comprobar las incidencias negativas que tienen esta actividad ocio-deportiva en la fauna de la zona, como para incrementar su preocupación con el riesgo de accidente por la falta de seguridad en las instalaciones y, sobre todo por la falta de sensatez en las administraciones públicas.

“Somos conscientes de que esta lucha se alargará en el tiempo, pero no vamos a dejar de hacerlo hasta que este campo de tiro esté cerrado definitivamente, pues es un sin vivir continuo el comprobar que esto sigue funcionando”, afirman miembros del colectivo vecinal.