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jueves, 28 de marzo de 2024 23:32h.

Manifiesto de la Asociación para la Defensa de las Pensiones Públicas de Canarias

 

FRASE PENSIONES

Nota de Chema Tante: Este es el Manifiesto que se leyó en la Manifestación celebrada este 5 de mayo. La convocatoria de otra movilización para el 15 de mayo, que publicó La casa de mi tía por error, queda suspendida.

 

PENSIONES 5 MAYO

¡UNIDAD, CONSTANCIA, MOVILIZACIÓN, LUCHA!

 Manifiesto de la Asociación para la Defensa de las Pensiones Públicas de Canarias

Compañeras y compañeros:

Gracias, muchas gracias por estar aquí, por llenar las calles de esperanza, coraje y  rebeldía, por no dejarse engañar por los mentiras del poder.

Mentiras sobre mentiras y crueldad sobre crueldad. Esa es la receta del PP (y, ¡ojo!, también de su recambio, Ciudadanos). A la mentira de que no hay dinero para las pensiones añaden la crueldad de  pervertir  el concepto de “vejez activa”. La vejez activa, según ellos, no es que las y los mayores vivamos agradablemente los años de jubilación, sin dificultades económicas y siendo útiles a la sociedad en lo que podamos. No, llaman vejez activa a que los pensionistas estemos obligados a trabajar, después de jubilarnos, hasta los 70 o más años, por unos salarios misérrimos que complementen las miserables prestaciones que recibimos la mayoría de nosotras y nosotros.

Para prepararnos han aumentado la jubilación a los 67 años y las organizaciones de empresarios hablan ya de llegar a los 70. Para estos tipos lo ideal sería que el día de la jubilación coincidiera con el de la muerte de la persona jubilada. Multipliquen: el ahorro en pensiones sería incalculable, miles y miles de millones para repartirse entre ellos.  

Crueldad y mentiras. Las viejas y los viejos activos no son los que se ven obligados a trabajar hasta los 70 o más años (esos son esclavos de la necesidad), sino los que luchamos por nuestros derechos, los de nuestros hijos y nietos y los de todas y todos los pensionistas presentes y futuros. Mientras nos quede aliento y tengamos fuerzas para ello.

 

MERECEMOS VENCER.- Nosotros y los millones de personas que se han manifestado estos meses pasados –y se  manifiestan hoy mismo en más de 200 ciudades, pueblos y aldeas de todo el Estado–, somos pensionistas, estudiantes, campesinos, trabajadoras y trabajadores, personas en paro, feministas, amas de casa sin trabajo ni cotización reconocidos… ¡Pero tenemos una característica común: somos personas activas, luchadoras y dignas! ¡Merecemos vencer y venceremos! Ya hemos empezado.

“Insistir, persistir, resistir, ¡nunca desistir!”. Este es nuestro lema y la razón de nuestra existencia en estos tiempos en que la justicia, la igualdad y la dignidad están en almoneda, las venden y las compran los poderosos. Se recortan y congelan para los de abajo según los intereses de los de arriba, los dueños del dinero y del poder.

Hemos estado mucho tiempo soportándolo, estamos estado mucho tiempo sentados  delante de la televisión, viendo cómo pomposos economistas y falsos periodistas, lacayos todos de los grandes consorcios económicos, nos aturdían con cifras y falsos argumentos, para convencernos de que el sistema público de pensiones no es sostenible, que no hay dinero, que nosotros y las trabajadoras y trabajadores activos teníamos que resignarnos a malvivir, que los que pudiéramos nos pagáramos un seguro privado…  Hemos estado mucho tiempo viviendo esa pesadilla. Pero al final hemos despertado: ¡Apagamos las televisiones y encendimos las calles!

El fogonazo les ha cegado y desde entonces, desde el 22 de febrero pasado, las cosas empezaron a cambiar. El miedo que nosotros hemos perdido lo ha encontrado el Gobierno de las élites. Y con el miedo –fíjense qué casualidad– han encontrado también el dinero que nos negaban y que daban a manos llenas al Ejército (para comprar armas), a la banca (que no lo va a devolver nunca) y a las grandes empresas (cuando les iba mal algún negocio como el de las autopistas de peaje).

 

PARCHES A CUENTAGOTAS.- Encontraron el dinero y nos lo están dando a cuentagotas:  

  • En primer lugar, las subidas del 3% a las pensiones mínimas y no contributivas (alrededor de 10 euros mensuales, que serán superados por el copago sanitario, cuya media de gasto es de 20 euros al mes), así como las mejoras, con siete años de retraso, de algunas pensiones de viudedad.

 

  • En segundo lugar, una vez se aprueben los Presupuestos Generales del Estado, la subida del 1,6%  a todas las pensiones en 2018 y el alza de las mismas según el IPC en 2019. Asimismo, el aplazamiento de 2019 a 2023 de la entrada en vigor del factor de sostenibilidad de las pensiones, que liga la cuantía de la prestación a la esperanza de vida; es decir, cuanto más vivas menos cobras.  

 

Estos parches miserables no pueden frenar nuestras luchas. Los poderes económicos  tienen en su agenda acabar de aquí a unas décadas con el sistema público de pensiones y el parón que acaban de dar –obligados por nuestra presión en las calles– no significa que abandonen su proyecto, sino que temen que el gobierno que les representa sufra un gran castigo en las próximas elecciones. Si el PP (y Ciudadanos) siguen gobernando volverán a rebajar las pensiones y a recortar la sanidad y los demás servicios públicos. El dinero que quieren quitarnos es un botín codiciado por el verdadero poder detrás del gobierno (los grandes consorcios financieros) y no van a renunciar a ello.

VICTORIA PARCIAL.- Es una victoria, pero lo conseguido está todavía muy lejos de nuestras reivindicaciones. Las subidas de 2018 y 2019 no son la recuperación de lo que hemos perdido en los años pasados, desde 2010 con Zapatero, hasta ahora. Sigue sin derogarse el 0,25%, que sólo se aplaza hasta 2020. No se garantiza la subida según el IPC anual, y el alza del 3% de las pensiones mínimas y no contributivas no se acerca ni de lejos a nuestra reclamación de una pensión mínima de 1.084 euros, según los criterios de la Carta Social Europea; ni siquiera es comparable con la subida del salario mínimo en 2017 y 2018. Por último, el  nefasto factor de sostenibilidad no se deroga, sólo se retrasa cuatro años.

Nada se dice de volver a la jubilación a los 65 años, o de la jubilación sin penalización con 40 años cotizados; ni de la reposición del subsidio para los parados y paradas de más de 52 años, ni del número de años a computar para determinar la pensión. No se reponen los derechos sanitarios ni se elimina el copago farmacéutico, ni se dota suficientemente la atención a la dependencia. No se atiende como es debido a los emigrantes retornados ni se aborda de manera decidida la brecha de género en las pensiones y salarios, que discrimina gravemente a las mujeres.

En contra, se mantienen los préstamos del Estado a la Seguridad Social, aumentando de manera exponencial la deuda de ésta y se seguirá saqueando la “hucha de las pensiones”, en vez de garantizar el pago de las prestaciones en los Presupuestos Generales del Estado.

Para lograr todo eso estamos otra vez en las calles. Las conquistas sociales no se consiguen de un solo golpe afortunado, son el resultado de luchas populares intensas y mantenidas en el tiempo, para recuperarlas, defenderlas y consolidarlas.

HAY QUE SEGUIR MOVILIZÁNDONOS.- Hemos frenado temporalmente la codicia de los poderosos. El miedo ha cambiado de  bando y hemos ganado una batalla. Ahora tenemos que aprovechar el impulso para ganar la guerra. En la calle y en las instituciones. Exigimos que nuestras opiniones sean tenidas en cuenta en el debate social y  parlamentario sobre las pensiones. Nos lo hemos ganado. Representantes de nuestra Coordinadora Estatal deben llevar nuestra voz al Congreso de los Diputados. Vamos a seguir movilizándonos por el cumplimiento de nuestros objetivos, pues de ellos dependen la vida y la felicidad de nosotros, de nuestras familias y de todos nuestros hermanos y hermanas trabajadoras.

 

¡UNIDAD, CONSTANCIA, MOVILIZACIÓN, LUCHA!

¡¡QUE NO TE ROBEN LA PENSIÓN, QUE NO TE ROBEN TU FUTURO!!

¡¡UNIDOS VENCEREMOS!!!

              

                                Santa Cruz de Tenerife, 5 de mayo de 2018

 

Asociación para la Defensa de las Pensiones Públicas de Canarias

pensiones