Diez años después de la tragedia del Prestige, ANC recuerda que el gobierno español intentó traerlo a Canarias

 Alternativa Nacionalista Canaria insiste en mantener viva la memoria histórica del Pueblo Canario y es éste un hecho importante que estuvo a punto de producir un desastre ecológico en el mar canario que no hay que pasar por alto ni olvidar.

 El 15 de noviembre de 2002, poco antes de ser evacuado el Prestige por riesgo de hundimiento, el Gobierno español recomendó a la empresa rescatadora privada, Smit Tak, que estudiara llevar el buque "al sur de Canarias", en concreto a Cabo verde, navegando por aguas Canarias para llevar a cabo un trasvase imposible pues se desoían las condiciones en que se encontraba el buque y se negaban a darle abrigo en ningún puerto español.

 "Las autoridades se han negado a cualquier posibilidad de remolcar el buque a aguas abrigadas, ni a la bahía de Vigo ni a Gibraltar". El acta no refleja ninguna argumentación técnica del Gobierno de por qué era inviable llevar al Prestige a ningún punto de abrigo. Desde la Administración nadie opone datos de calado según el acta de Smit Tak. Simplemente rechazan su propuesta. Smit Tak no ceja. Informa que "posteriormente (a las 12.11 de ese día) se ha entregado una nueva carta solicitando un área abrigada para el buque siniestrado". La carta, tras reiterar los daños estructurales del barco, concluye: "Hace falta llevar el buque siniestrado a aguas tranquilas donde se pueda realizar un trasvase a otro barco en condiciones controladas". (El País, 10 de enero de 2003).

 El día 18 de noviembre, una fragata portuguesa evita y niega la posibilidad de que el Prestige navegue por aguas portuguesas, aislándolo frente a las costas gallegas, de no haber sido así y de haber navegado hacia el sur, nadie hubiera garantizado que el hundimiento que se produjo el día 19 no hubiera afectado al ecosistema marino del archipiélago, lo que no parecía considerarse un problema desde el gobierno español.

 Considerando estos hechos, hoy no debe extrañarnos el empeño en llevar acabo prospecciones en Canarias, ni la "valentía" del gobierno español ante la posibilidad de éstas dañen nuestro ecosistema marino. Ya dejaron claro hace tiempo la consideración que tienen por la diversidad de la macaronesia y, por ende, la de Canarias. Sólo en nuestras manos está parar esas prospecciones.