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viernes, 19 de abril de 2024 06:55h.

IU advierte sobre las irregularidades que se están produciendo en la Plaza de la Catedral

 La asamblea local de Izquierda Unida en La Laguna denuncia que el consistorio no está respetando las indicaciones de personas expertas

IU advierte sobre las irregularidades que se están produciendo en la Plaza de la Catedral

 La asamblea local de Izquierda Unida en La Laguna denuncia que el consistorio no está respetando las indicaciones de personas expertas

La asamblea local de Izquierda Unida en La Laguna denuncia la incompetencia y falta de rigurosidad del Concejal de Obras no electo Jonathan Domínguez y la Concejal de Patrimonio, Julia Dorta, con respecto a los sucesos acontecidos en los últimos meses en las obras de remodelación de la Plaza de la Catedral. Según la formación de izquierdas el equipo de gobierno, y concretamente el concejal no electo Jonathan Domínguez, no ha hecho más que ningunear los análisis de los expertos de la Comisión Insular de Patrimonio, de los historiadores y del personal investigador de la Universidad de La Laguna. Aunque para IU este hecho no supone ninguna sorpresa, ya que el concejal Jonathan Domínguez es un concejal no electo que debía de encargarse de la concejalía de fiestas, tal y como permite la ley de grandes ciudades, pero tras la destitución de uno de los concejales electos, este  ha acabado de rebote en la concejalía de obras , para la cual en la opinión de esta formación, no está debidamente cualificado.

IU considera lamentable que a pesar de que la Comisión Insular de Patrimonio ya había advertido al Ayuntamiento que la elevación de la Plaza y el escalón de losa chasnera debían respetarse, poniendo freno así a las intenciones del consistorio, éste hizo caso omiso y parte del pretil que rodea la Plaza fue eliminado en Semana Santa sin ningún tipo de notificación previa ni consulta con otros colectivos interesados, pidiendo ahora a dicha Comisión que legalice dicha irregularidad.

Ya desde octubre de 2013 dos historiadores de prestigio, José Farrujia de la Rosa, miembro de la Sociedad Española de Historia de la Arqueología, y Álvaro Santana Acuña, profesor en Harvard, advirtieron que las obras en un principio carecían de los informes arqueológicos que exigen las convenciones de la UNESCO para ciudades Patrimonio de la Humanidad. 

Estos mismos investigadores también denunciaban que las obras rebajarían 70 centímetros el suelo de la Plaza, atentando contra el trazado histórico de la ciudad y el deseo histórico de levantarla sobre la calle. Pero el Ayto. ha rebajado tanto que ya ha afectado a restos arqueológicos descubiertos hace un mes. Lo que para IU es una chapuza y un destrozo que ahora el concejal no electo trata de vender como un hallazgo.

El equipo de arqueólogos de la ULL que asesoraba en la obra ha tenido que dimitir no sin antes señalar que la intervención municipal ha sido contraria a sus recomendaciones. Tampoco el Ayuntamiento ha pagado 3000 euros a los dos arqueólogos que realizaron el seguimiento, por considerarla una cantidad excesiva. Cuando se ha estado pagando cantidades mucho mayores durante los últimos años a una empresa por gestionar el Plan Especial de Protección del casco histórico, que debería ser gestionada por los técnicos municipales de la Gerencia de Urbanismo tal y como está sucediendo actualmente tras la renuncia de la empresa adjudicataria.
Izquierda Unida en La Laguna coincide con la opinión de la doctora Mª Dolores Camalich Massieu, del Departamento de Prehistoria, Antropología e Historia Antigua de la ULL: Las intervenciones en estas obras deben gestionarse con rigor, más si cabe en una ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Por último para la asamblea lagunera el hecho de que la UNESCO haya otorgado a La Laguna  la denominación de Patrimonio de la Humanidad requiere por parte del Ayuntamiento unos esfuerzos claros hacia la conservación de dicho patrimonio, apoyándose en el asesoramiento de la comunidad de expertos para una eficaz gestión del mismo. Aunque, según consideran, desgraciadamente actúan sin conocimiento ni vergüenza, como lo haría un cacique ignorante.