Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

IUC rechaza el triunfalismo del Cabildo de Tenerife con el tranvía

 

RAMÓN TRUJILLO IUC

  Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, afirma que el tranvía es un modo de transporte público de calidad y más sostenible que otros. Sin embargo, once años después de su introducción en el área metropolitana, vemos que el balance global del transporte público colectivo en Tenerife, tranvía y guaguas, dista de ser positivo porque hoy tiene menos viajeros que en 2004.

IUC rechaza el triunfalismo del Cabildo con el tranvía

  

  Ramón Trujillo, concejal de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Santa Cruz de Tenerife, afirma que el tranvía es un modo de transporte público de calidad y más sostenible que otros. Sin embargo, once años después de su introducción en el área metropolitana, vemos que el balance global del transporte público colectivo en Tenerife, tranvía y guaguas, dista de ser positivo porque hoy tiene menos viajeros que en 2004.

   El portavoz municipal de IUC no comparte el triunfalismo expresado recientemente por el presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, por los 14,4 millones de viajeros que tuvo el tranvía en 2017. El problema es que globalmente, contando también a las guaguas, el transporte público colectivo ha retrocedido en los últimos catorce años y, por lo tanto, el tranvía no ha servido para aumentar los usuarios del transporte público colectivo y, obviamente, esto es un claro fracaso.

   En 2017, el tranvía transportó 14,4 millones de viajeros y Titsa 35,6 millones, es decir, un total de 50 millones de viajeros en Tenerife. Sin embargo, en 2004, sólo Titsa transportó a 54,1 millones de usuarios. Es decir, en 14 años el transporte público colectivo perdió el 8,2% de sus usuarios, pese a las cuantiosas inversiones en transporte guiado.    

   Trujillo afirma que estos resultados se derivan del hecho de que se ha carecido de una estrategia de impulso del transporte público y, en su lugar, lo que ha habido es una estrategia de dotarse de infraestructuras para las que había financiación, independientemente de los costes futuros de operación del sistema de transporte colectivo mientras iba perdiendo usuarios. Esto, lisa y llanamente, se llama mala gestión de los dineros públicos.

 

izquierda unida canaria