LA LAGUNA IU no comparte la nueva normativa que limita el ejercicio del arte callejero en el casco

La formación de izquierdas  exige que el Ayuntamiento tome las medidas oportunas destinadas a propiciar las actividades lúdicas musicales y teatrales atendiendo a las necesidades, tanto de comerciantes como del colectivo de artistas

Izquierda Unida (IU) en La Laguna insta al Ayuntamiento a tomar las medidas necesarias en aras de propiciar que los artistas callejeros puedan mostrar su trabajo en las mejores condiciones posibles, lo que no podría llevarse a cabo si se les prohíbe la utilización moderada de equipos de microfonía y amplificación para sus actuaciones.

En palabras de su portavoz, José Marrero, “la ordenanza que regula la ocupación de vía pública por artistas, sin contraprestación económica y sin afán de lucro, se viene desarrollando desde hace bastante tiempo como para que ahora, sin previo aviso, se les comunique que lo que han venido haciendo molesta”

Esta formación denuncia además que la situación es muy llamativa, dado que en abril del año pasado, tanto el entonces Concejal de Fiestas Domingo Galván como el Presidente de la Asociación de Comerciantes laguneros ALAPYME Víctor Núñez, coincidían en valorar muy positivamente las actividades desarrolladas ya que, según el primero "En otras ciudades, como Barcelona, estos conciertos o los famosos mimos tienen un espacio dentro de las normativas municipales", y el representante empresarial apuntaba que "La buena música y los mimos, el arte de calidad en general, mejoran la imagen de la ciudad. De hecho, enriquecen nuestra oferta".

Ahora, en cambio, la actual Concejal de Fiestas, Cruci Díaz y el Gerente-Secretario de Organización de la patronal lagunera, Julián González, desautorizan a sus predecesores afirmando que "No queremos que se prohíba la música en la calle pero tampoco tenemos por qué soportar un volumen excesivo. Sabemos que quienes distorsionan son una minoría. Por eso pretendemos que haya una regulación que garantice una convivencia armónica". Es decir, en lugar de amonestar, o incluso sancionar, a quienes pudieran producir molestias de manera constatable, se opta por cercenar las posibilidades artísticas de la totalidad de este colectivo, máxime cuando con un simple medidor de decibelios se pondría fin a esta diatriba.

Izquierda Unida apoya las reivindicaciones de los artistas laguneros y las manifestaciones de los afectados contrarias a la aplicación de una norma coercitiva e injusta y considera que si la corporación municipal y el propio colectivo del pequeño comercio lagunero no toman las medidas necesarias esto supondría un grave retroceso en la calidad de la oferta cultural y comercial para los vecinos y visitantes, además de dejar en evidencia la imagen de ciudad joven, moderna, vanguardista y alternativa de la que tanto presume el gobierno local y que ha sido su estandarte de cara a su candidatura como Ciudad Europea de la Juventud 2015