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jueves, 25 de abril de 2024 02:08h.

Martín Marrero: el atrevimiento del ignorante - Asociación defensa sanidad pública de Canarias


"Debe ser muy incómodo tener que hablar con rotundidad de todo sabiendo que en realidad se ignora todo sobre lo que se está hablando. Incómodo para el portavoz del Gobierno de Canarias, aunque no lo parece, pero sin lugar a dudas lo es para los que escuchamos lo que dice. Y en el caso de las "razones científicas" con las que justificaba ayer el cierre de la unidad de cirugía cardiaca infantil del Hospital Materno-infantil hay que añadir otra sensación, la de la indignación ante tamaña tomadura de pelo teniendo en cuenta las nefastas consecuencias de dicho cierre."

Martín Marrero: el atrevimiento del ignorante

 Debe ser muy incómodo tener que hablar con rotundidad de todo sabiendo que en realidad se ignora todo sobre lo que se está hablando. Incómodo para el portavoz del Gobierno de Canarias, aunque no lo parece, pero sin lugar a dudas lo es para los que escuchamos lo que dice. Y en el caso de las "razones científicas" con las que justificaba ayer el cierre de la unidad de cirugía cardiaca infantil del Hospital Materno-infantil hay que añadir otra sensación, la de la indignación ante tamaña tomadura de pelo teniendo en cuenta las nefastas consecuencias de dicho cierre.

 Decir que el cierre se produce por la insuficiente productividad cuantitativa, que no cualitativa, de la unidad e intentar "vender" que no se está hablando de causas económicas, sobre las que, en el colmo del cinismo, señala que sería imperdonable que así fuera, es tomar a la ciudadanía por imbécil, cosa muy propia para justificar que la gobiernen los bobos, pero que no se compadece con un análisis de lo que es la supuesta "insuficiente productividad cuantitativa".

 Puede decirlo como quiera, señor portavoz del Gobierno de Canarias pero en "términos científicos" se está hablando de una evaluación económica de la unidad y la clave está en si se hace simplemente un análisis de costes o si se tienen en cuenta también los beneficios. Y no cabe dudas de que éstos, medidos en mortalidad evitada y años de vida ganados, son superiores con la permanencia de la citada unidad en Canarias, con lo que el coste por muerte evitada y por año de vida ganado o las vidas y años ganados por cada unidad monetaria gastada no puede llevar a elegir automáticamente la alternativa más barata que es lo que ha hecho la Consejería de Sanidad al poner en segundo plano los beneficios señalados.

 En la evaluación económica de Salud Pública la terminología más acorde con esta situación es la de análisis coste-utilidad, que es el más adecuado cuando los beneficios monetarios son inferiores a los costes monetarios, es decir, cuando se plantea optar por una alternativa que tiene un coste mayor porque se van a conseguir mayores beneficios sanitarios. Ahí está la cuestión, señores del Gobierno de Canarias, eso es lo que ustedes están ignorando y en lo que nos basamos para afirmar que la decisión es economicista, encaminada a un ahorro miserable, criminal, al reducir las muertes evitadas y los años de vida ganados a la enfermedad.

 Canarias a 9 de noviembre de 2012

 Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias