Nueva Canarias exige que se respete un acuerdo del pleno para que las fortalezas sean museos de sitio

Los concejales nacionalistas valoran la obra de Martín Chirino pero creen que el Castillo de la Luz no es el sitio más indicado para su exposición

Los concejales de Nueva Canarias (NC) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo y José Eduardo Ramírez, exigen al alcalde, Juan José Cardona, que respete una moción de NC aprobada por unanimidad del pleno municipal para que las fortalezas, como el Castillo de la Luz o el de Mata, sean museos de sitio y que cuenten su propia historia, que es la de la ciudad.

Los representantes de NC en el Ayuntamiento respetan y valoran el altísimo valor que tiene la obra de Martín Chirino pero creen que debe buscarse otra ubicación para su exposición, un lugar más acorde a las características de sus composiciones, con más dimensiones para que pueda abarcar toda su obra y poder ser disfrutada en mejores condiciones.

 Las Palmas de Gran Canaria no dispone de ningún museo de la historia de la ciudad o de un museo naval que explique los numeroso hechos acontecidos a lo largo de los siglos en nuestras costas. Este elemento, además de otorgarle valor añadido a la ciudad desde el punto de vista turístico, servirá para realzar nuestros valores identitariosy el conocimiento de la historia de Las Palmas de Gran Canaria por parte de sus vecinos.
 
Los concejales nacionalistas se apoyan para presentar esta propuesta en las coincidentes demandas vecinales y en el manifiesto que el año pasado firmaron decenas de profesores universitarios y casi un centenar de profesionales, y en el que entre otras cosas reclamaban que "la utilización de nuestros bienes patrimoniales debe ser siempre consecuente con su propio valor cultural, partiendo de la base de que la ciudad necesita preservar a toda costa espacios para la memoria histórica,  no se comparte el proyecto de quienes pretenden minimizar y ocultar el valor histórico de estas antiguas construcciones defensivas, ahora rehabilitadas, apostando por un uso que nada tiene que ver con su valor patrimonial".

Primera fortaleza

 El Castillo de la Luz fue la primera fortaleza que se construyó en la isla de Gran Canaria, en 1494, después de la conquista castellana. Durante largos decenios esta fue la única fortaleza que defendía el puerto de La Luz y la Bahía de Las Palmas. Desde esos tiempos cumplió con dispar fortuna su función defensiva, como contra los corsarios franceses de Jean Fleury en 1522, o el ataque de Jean Alphonse de Santoigne en 1543. Aunque los dos episódios más destacados que le tocó vivir fueron los ataques de Jonh Hawkins y Francis Drake en 1595 y el de Pieter van der Does en 1599.
 
Desde finales del siglo XIX el Castillo de La Luz perdió su importancia como fortaleza y cae en desuso. En 2001 comenzó un proyecto de reforma que no ha terminado aún.