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jueves, 18 de abril de 2024 01:14h.

Las migraciones son solo una de las tantas consecuencias de una desigualdad que no entiende de fronteras

Contra una pobreza que no entiende de fronteras #nosvaelfuturoenello - Manifiesto 2021.- Pobreza Cero Canarias

 

FRASE POBREZA CERO

Pobreza Cero 2021 Canarias. Manifiesto.

17 octubre 2021. Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Contra una pobreza que no entiende de fronteras #nosvaelfuturoenello

En 2020, una pandemia nos recordó que nada de lo que ocurre en un lugar queda aislado de lo que ocurre en otro. En este 2021, las consecuencias de la crisis por el coronavirus se han hecho más visibles y las desigualdades alrededor del mundo se han acentuado. En Canarias, la paralización parcial del turismo y de todos los sectores económicos que dependen directa o indirectamente de él han llevado a la pobreza a miles de familias. Nuestra comunidad autónoma ostenta una tasa de pobreza superior al 30%, lo que la coloca en la cola de España. En los países del Sur Global, la ausencia de unas políticas públicas garantistas y la dependencia que ya venían teniendo del exterior han dificultado aún más las condiciones de vida de los grupos sociales más empobrecidos.

Junto a la pandemia, Canarias ha sido testigo de otra crisis humanitaria: la provocada por la llegada de miles de personas del continente vecino en busca de las oportunidades que no encuentran en su lugar de origen. Aunque la principal vía migratoria ha sido tradicionalmente la aérea, mayoritariamente desde Latinoamérica, la situación geográfica de Canarias nos ha convertido en un tradicional territorio de tránsito para las personas procedentes de África por vía marítima. En estos dos últimos años la ruta canaria o atlántica se ha convertido en la principal vía de llegada irregular a Europa. Este 2021, lejos de que la situación amaine, la cifra de llegadas y de personas fallecidas en el mar ha seguido aumentando.

Las consecuencias humanitarias derivadas del repunte migratorio son incontables y no se reducen en absoluto a las Islas Canarias. Lesbos, Samos, Lampedusa, Ceuta o Melilla son otros ejemplos de territorios periféricos que han evidenciado el fracaso de la política migratoria europea. El hacinamiento, la mala alimentación, la falta de asistencia médica y jurídica o la prohibición de continuar su viaje son solo algunas de las vulneraciones de derechos a las que se enfrentan las personas en tránsito. Afortunadamente, ante esta coyuntura, han surgido numerosas iniciativas ciudadanas que han dado apoyo a las personas migrantes, especialmente a las más vulnerables y en situación de calle. No obstante, aunque cabe celebrar y agradecer la labor de la ciudadanía organizada, no podemos olvidarnos de que las instituciones son las verdaderas responsables de favorecer una acogida digna. Por supuesto, es también labor de las administraciones abordar las causas estructurales que empujan a miles de personas a emprender un viaje lleno de peligros y vulnerabilidades.

Aunque las causas de la migración son múltiples, encontramos un denominador común: la desigualdad en todas sus formas. Las migraciones son solo una de las tantas consecuencias de una desigualdad que no entiende de fronteras y que atraviesa a cualquier sociedad. En Canarias, situada en la periferia de Europa, la desigualdad más evidente es la de recursos económicos y oportunidades; una brecha que cada vez se hace más grande y se ha visto empeorada a causa de la pandemia. En otros territorios del Sur Global, a la desigualdad económica se le suman otros factores transversales como puede ser la disparidad de género, los conflictos, la crisis climática o la brecha entre el mundo urbano y rural. Esta crisis está agrandando, además, otra brecha preexistente: la de recursos sanitarios y de prevención epidemiológica. Mientras España compite con otros países de la Unión Europea por ser los primeros en alcanzar la tan ansiada inmunidad de grupo, África sigue sin recibir apenas vacunas y se enfrenta a una tercera ola mucho más letal que las anteriores. La disparidad en el ritmo de vacunación es tan solo una evidencia de un sistema de reparto internacional de los recursos que no funciona.

Ninguno de los fenómenos mencionados es exclusivo de los países del Sur pero sí son ellos los que están sufriendo las peores consecuencias, en gran parte, debido a un modelo económico extractivista que coloca a las poblaciones del Sur Global al servicio de los intereses del Norte. Es por todo ello que nuestro territorio, que es Sur de Europa y Norte de África, ha de servir como puente y no como muro para los que buscan una vida mejor.

La desigualdad y la pobreza que azotan al archipiélago son fenómenos compartidos con otros territorios y, como tal, han de ser abordados conjuntamente. Es por ello que, en un día como hoy, cabe poner en valor la Agenda 2030 para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ahora más que nunca es preciso promover un desarrollo que no deje a nadie atrás. Erradicar la pobreza tiene que ser uno de nuestros principales objetivos, pero no el único. De nada sirve acabar con la pobreza sin el respeto a los derechos humanos, la abolición de la desigualdad de género, la eliminación de los conflictos, el acceso a un medioambiente limpio y, por supuesto, el acceso igualitario a las vacunas y otros recursos sanitarios.

Por todo ello, en defensa de la justicia global y siendo enteramente conscientes de nuestra condición de frontera sur, demandamos:

La urgencia de una nueva política migratoria centrada en los derechos humanos y que fomente vías seguras y regulares para las personas migrantes.

Que nuestras administraciones locales y autonómicas tomen conciencia de que Canarias es y seguirá siendo un territorio de tránsito para las personas migrantes, por lo que debe contar con un sistema de acogida integral, basado en los derechos humanos y debidamente coordinado con otros territorios del Estado español y el conjunto de la Unión Europea.

Que se fomente la labor de las ONGDs y se incremente la Ayuda Oficial al Desarrollo hasta llegar al compromiso del 0,4% del presupuesto del Gobierno de Canarias, de manera que la Cooperación Internacional al Desarrollo sirva para mejorar las condiciones de vida de las personas del Sur Global, especialmente en materia de cooperación sanitaria.

Que se ponga en valor la Educación para la Justicia Global y su capacidad transformadora, especialmente en la formación de una ciudadanía crítica y concienciada con los retos globales y la eliminación del odio, el racismo, machismo, lgtbfobia y aporofobia.

Que se inicie la transformación hacia un modelo económico más sostenible en nuestras islas, tanto desde el punto de vista ambiental como humano, de manera que se diversifiquen las áreas productivas y se apueste por el sector de los cuidados a las personas más vulnerables.

Que se promuevan unas relaciones exteriores igualitarias con los territorios del Sur Global, tratando de eliminar los desequilibrios en las relaciones económicas y comerciales y priorizando siempre el respeto a los derechos humanos de su población local.

Que las consecuencias sociales de esta crisis no nos hagan descuidar las necesarias acciones a tomar contra la crisis climática y los compromisos internacionales adquiridos en esta área.

Que se apueste por una coherencia de políticas públicas en todas las áreas de actuación de las administraciones canarias, de forma que el respeto a los derechos humanos y el fomento del desarrollo sostenible no se limiten a un número reducido de carteras, sino que se conviertan en objetivos transversales de cualquier política pública.

Desde la Plataforma Pobreza Cero Canarias instamos a las instituciones públicas, empresas, universidades y al conjunto de la sociedad civil en general a afrontar el reto de la pobreza y la desigualdad de manera conjunta. Apostemos por un desarrollo que sea sostenible para todos los territorios; pensemos globalmente, pero sin perder el foco de nuestras especificidades locales, pues nos va el futuro en ello.

Plataforma Pobreza Cero Canarias. [email protected]

POBREZA CERO

* En La casa de mi tía con la colaboración de Francisco Morote, de Attac Canarias

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