Podemos reclama escuelas bilingües e inclusivas que faciliten una educación en igualdad a las personas sordas

·         La diputada Natividad Arnaiz denuncia en el Parlamento, en una comisión monográfica, la vulneración de derechos fundamentales y la marginación que sufren las personas con diversidad funcional en el ámbito de la educación en Canarias.

La diputada del Grupo Podemos en el Parlamento de Canarias, Natividad Arnaiz, ha reclamado hoy durante su comparecencia en la Comisión de Discapacidad, monográfica sobre el acceso a la educación de las personas sordas, que Canarias respete de una vez por todas los derechos de estos ciudadanos con diversidad funcional y el sistema educativo ofrezca escuelas inclusivas y bilingües para un acceso a la educación en condiciones de igualdad.

Y es que, a pesar del ancho marco jurídico que las ampara, desde la Constitución española a la Convención de la ONU o la propia Ley Canaria de Accesibilidad y Supresión de Barreras Físicas y de la Comunicación – pasando por innumerables leyes, decretos, informes y planes- la realidad es que en Canarias se vulneran los derechos de las personas sordas cada día. “Me refiero a que actualmente nuestras escuelas no son inclusivas, al menos no todo lo que deberían serlo. Dejan fuera a un número de personas que irremediablemente están abocadas al fracaso escolar y como conclusión tienen que abandonar sus estudios por la desidia de este Gobierno, que tiene otras prioridades como demuestran los presupuestos”, ha señalado la diputada.

Así, no es de extrañar, ha argumentado Arnaiz, el elevado índice de desempleo en personas con diversidad funcional, “¿Cómo no va a haberlo si se les niega la educación? Cómo es posible que cuando una persona sorda acuda a un curso de formación para el empleo no pueda hacerlo porque no le facilitan los medios?”

Lo mismo sucede en las escuelas –e incluso después en las universidades, si los alumnos superan la “carrera de obstáculos” previa- por falta de Especialistas en Lengua de Signos en la primera etapa educativa, que son quienes enseñan la lengua, y de intérpretes despues. “No me puedo imaginar la angustia y la situación de injusticia que tienen que sufrir estas personas cada día”, ha añadido.

Uno de los problemas es que la Lengua de Signos española, que está reconocida por la ley como un idioma, en la práctica, no se la considera como tal. Así, Arnáiz ha reclamado la  implementación de las escuelas bilingües, que incluyan la lengua de signos española para que no se vean cercenados los derechos básicos que impiden a las personas sordas ejercer su ciudadanía en condiciones de igualdad y limitando a las familias la posibilidad de elegir el modelo educativo.