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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Podemos reclama “un plan de salud mental que apoye a las personas, no a las farmacéuticas”

La diputada de Podemos y presidenta de la Comisión de Discapacidad del Parlamento de Canarias, Natividad Arnáiz, reclamó hoy un plan de Salud Mental que atienda a las más de 190.000 personas que padecen alguna de estas patologías en las Islas, y que lo haga desde un enfoque integral,  no solo desde una visión meramente psiquiátrica.

Podemos reclama “un plan de salud mental que apoye a las personas, no a las farmacéuticas”

·         Defiende la intervención integral, con enfoque psicológico, educativo y laboral, que combata el estigma y deje de ser exclusivamente psiquiátrico  

La diputada de Podemos y presidenta de la Comisión de Discapacidad del Parlamento de Canarias, Natividad Arnáiz, reclamó hoy un plan de Salud Mental que atienda a las más de 190.000 personas que padecen alguna de estas patologías en las Islas, y que lo haga desde un enfoque integral,  no solo desde una visión meramente psiquiátrica.

Arnáiz pidió que se combata el aislamiento y el estigma, que la medicación se acompañe de apoyo psicoterapéutico y se trabaje para la integración educativa y laboral, en el ocio y las actividades de la vida cotidiana. En este sentido, la diputada defendió la puesta en marcha de “un plan canario de Salud Mental que respalde y apoye a las personas, no solo a las empresas farmacéuticas.”

Empoderamiento de los Servicios Sociales. En la comisión parlamentaria de Discapacidad celebrada en la mañana de hoy, compareció Andrés Mendoza, representante de la Federación de Salud Mental de Canarias, quien coincidió en reclamar un plan canario que “empodere los Servicios Sociales”.

Mendoza reclamó un plan integral que deje atrás el enfoque asistencialista y de contención, imperante hasta los noventa, y la predominancia sanitaria, psiquiátrica, que se mantiene en la actualidad. A su juicio, hay que dar paso a una consideración global, que integre las áreas de educación y empleo, la intervención familiar, programas infantiles y juveniles, así como campañas que combatan la estigmatización de las personas enfermas.

“Debe seguir considerándose ciudadanía, titular de derechos. La intervención psiquiátrica debe ser un eje, que comparta protagonismo con otros de carácter social, donde la ciudadanía participe como sujeto activo, quien padece la enfermedad y sus familiares”, expuso Mendoza.