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viernes, 29 de marzo de 2024 10:20h.

Por una recuperación saludable (#HealthyRecovery, #RecuperaciónSaludable).  Declaración mundial de profesionales de la sanidad al G20. Por una salida ecológica a la crisis del coronavirus

 

frase MÉDICOS G 20

Francisco Morote, de Attac Canarias, señala este comunicado y dice, con toda la razón, que, en lugar de al G 20, debería dirigirse a las 194  miembros de la ONU

26 de mayo de 2020

Por una recuperación saludable

(#HealthyRecovery, #RecuperaciónSaludable).

 Declaración mundial de profesionales de la sanidad al G20. Por una salida ecológica a la crisis del coronavirus

Estimados Presidente Alberto Fernández, Primer Ministro Scott Morrison, Presidente Jair Bolsonaro, Primer Ministro Justin Trudeau, Presidente Xi Jinping, Presidente Emmanuel Macron, Canciller Angela Merkel, Primer Ministro Narendra Modi, Presidente Joko Widodo, Primer Ministro Giuseppe Conte, Primer Ministro Shinzo Abe, Presidente Andrés Manuel López Obrador, Presidente Vladimir Putin, Rey Salman bin Abdulaziz Al Saud, Presidente Cyril Ramaphosa, Presidente Jae-in Moon, Presidente Recep Tayyip Erdoğan, Primer Ministro Boris Johnson, Presidente Donald Trump, Presidente Charles Michel y Presidenta Ursula von der Leyen,

(cc: principales asesores científicos, médicos y de salud del G20)

Los y las profesionales de la salud permanecen unidos para apoyar una gestión de la pandemia de COVID-19 pragmática y basada en datos científicos. Con ese mismo espíritu, estamos también unidos para lograr una recuperación saludable de esta crisis (#HealthyRecovery, #Recuperación saludable).

Hemos sido testigos de primera mano de lo frágiles que pueden ser las comunidades cuando su salud, su seguridad alimentaria y su libertad para trabajar se ven interrumpidas por una amenaza común. La tragedia actual tiene muchas capas, que se ven magnificadas por la desigualdad y la falta de inversión en los sistemas de salud pública. Hemos sido testigos de muertes, enfermedades y sufrimiento psicológico, a unos niveles inauditos durante décadas.

Hubiera sido posible mitigar y, tal vez, incluso prevenir estos efectos invirtiendo suficientemente en la preparación para las pandemias, la salud pública y la gestión del medio ambiente. Debemos aprender de estos errores y rehacernos con más fuerza, más salud y más resiliencia.

Antes de la COVID-19, la contaminación atmosférica —causada, principalmente por el tráfico de vehículos, el uso ineficiente de la energía para cocinar y calentar los hogares, las centrales eléctricas de carbón, la quema de desechos sólidos y las prácticas agropecuarias— ya estaba debilitando nuestra salud. La contaminación atmosférica aumenta el riesgo de sufrir enfermedades y de agravar sus síntomas —entre otras, neumonías, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, cardiopatías y accidentes cerebrales vasculares—, unos efectos que dan lugar a siete millones de defunciones prematuras cada año. Además, tiene efectos en el feto, como el bajo peso al nacer y el asma, que incrementan la carga de trabajo de nuestros sistemas de atención sanitaria.

Si queremos que el mundo se recupere de esta crisis de forma saludable, no podemos permitir que la contaminación continúe nublando el aire que respiramos y ensuciando el agua que bebemos, ni que el cambio climático y la deforestación continúen adelante, desencadenando, posiblemente, nuevas amenazas para la salud de las poblaciones vulnerables.

Las economías y las sociedades civiles saludables se preocupan de los más vulnerables. Los trabajadores tienen acceso a empleos bien remunerados que no aumentan la contaminación ni degradan la naturaleza; las ciudades dan prioridad a los peatones, los ciclistas y el transporte público; y los ríos y cielos están limpios y protegidos. La naturaleza se desarrolla, nuestros cuerpos son más resistentes a las enfermedades infecciosas, y nadie se ve empujado a la pobreza por no poder pagar su atención sanitaria.

Para conseguir que nuestras economías sean saludables, debemos ofrecer incentivos y aplicar medidas disuasorias más inteligentes a fin de que nuestra sociedad sea más sana y resistente. Si los gobiernos reconsideran por completo los subsidios que conceden a la explotación de combustibles fósiles y apuestan decididamente por la producción de energías renovables y no contaminantes, nuestro aire estará más limpio y se reducirán drásticamente las emisiones causantes del cambio climático, impulsando una recuperación económica que estimulará un aumento del PIB mundial de casi US$ 100 billones de aquí a 2050.

Les pedimos que, en sus planes para después de la respuesta a la COVID-19, el director general de sanidad y el asesor científico principal de sus respectivos países participen directamente en la elaboración de todas las medidas de estímulo de la economía, informen sobre las repercusiones en la salud pública que puedan tener, tanto a corto como a largo plazo, y den su aprobación a las mismas.

La protección y la promoción de la salud deberían ser uno de los ejes centrales de las grandes inversiones que sus gobiernos harán en los próximos meses en sectores básicos como la atención sanitaria, el transporte, la energía, y la agricultura y la ganadería.

El mundo necesita recuperarse con salud. Los planes de estímulo de sus países deben ser instrumentos para conseguirlo.

Atentamente,

350 organizaciones que representan a más de 40 millones de profesionales de la salud, y más de 4.500 profesionales de la salud individuales, de 90 países diferentes.

 

La lista completa de firmantes está disponible aquí. Algunos de los firmantes se enumeran a continuación.

 

Global 

World Medical Association

International Council of Nurses

ISDE International

World Federation of Public Health Associations

World Organization of Family Doctors (WONCA)

 

European Union

European Respiratory Society

Standing Committee of European Doctors (CPME)

 

Argentina

Sociedad Iberoamericana de Salud Ambiental

 

Australia

Australian Medical Association

College of Intensive Care Medicine of Australia and New Zealand

 

Brazil

ABRASCO - Associação Brasileira de Saúde Coletiva

Brazilian Thoracic Society

Sociedade Brasileira de Medicina de Família e Comunidade

 

Canada

Canadian Medical Association

 

Germany

German Society of Internal Medicine

 

France

Conseil national de l'Ordre des médecins

 

India

Indian Academy of Paediatrics

Public Health Foundation of India

 

Indonesia

Indonesian Rural and Remote Doctor Association - IRRDA

 

Italy

Federazione dei Medici Chiurghi e degli Odontoiatri ( FNOMCeO)

 

Japan

Japan Medical Association

 

Mexico

Mexican Nursing Students' Association

 

South Africa

The South African Medical Association

 

South Korea

Yonsei University Health System

 

Turkey

Halk Sağlığı Uzmanları Derneği (HASUDER)

 

United Kingdom 

British Medical Association

Royal College of Surgeons of England

 

United States of America

American Public Health Association

Rural Nurses Organization

 

Non-G20

Primary care & rural health, Bangladesh

Philippine College of Physicians

MSF Southern Africa

 

 

MÉDICOS G 20

* En La casa de mi tía con la colaboración de Francisco Morote, de Attac Canarias

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