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sábado, 20 de abril de 2024 01:42h.

Sí se puede rechaza la instalación de un secadero de aletas de tiburón en Arico



Piden un uso sostenible de los recursos marinos y que se ponga freno a modelos que puedan ponerlos en peligro 

Sí se puede rechaza la instalación de un secadero de aletas de tiburón en Arico

Piden un uso sostenible de los recursos marinos y que se ponga freno a modelos que puedan poner en peligro los mismos

Sí se puede, a través de su Comisión Insular de Medio Ambiente, quiere posicionarse ante la autorización de ubicar un secadero de aletas de tiburón en Arico, Tenerife, al que se le ha excluido del procedimiento de evaluación ambiental recientemente desde la Dirección General de Ordenación del Territorio del Gobierno de Canarias.

Los ecosocialistas tinerfeños consideran conveniente aclarar una serie de cuestiones, basadas en un riguroso estudio del caso:

  1. El secadero no ha necesitado de evaluación ambiental debido a que ocupa una zona de reducida superficie, según normativa vigente del Gobierno de Canarias (Decreto 55/2006 de 9 de mayo, Reglamento de Procedimientos de los instrumentos de ordenación del sistema de planeamiento de Canarias).

  2. Las aletas que se secan en él no son capturadas por ninguna flota local del Archipiélago, y proceden de una flota industrial radicada en Vigo, con autorización para pescar tiburones en gran parte del Atlántico, incluyendo Canarias.

  3. Las aletas se extraen de grandes tiburones de superficie, es decir, marrajos y similares.

Desde Sí se puede manifiestan su rechazo al finning (término anglosajón para denominar al aleteo) o explotación del recurso de tiburones pelágicos para aprovechar únicamente sus aletas y devolver el resto del cadaver al mar. Entienden que “contribuye a un desperdicio extraordinario de recursos pesqueros, niveles insostenibles de mortalidad y disminuciones peligrosas en las poblaciones de tiburones”.

Según los especialistas de Sí se puede que han analizado el caso, “la conservación y gestión de las poblaciones de tiburón siempre ha sido un tema complicado, incluso más que en otras pesquerías comerciales”. En este sentido los ecosocialistas recuerdan que el posible efecto perjudicial de las capturas en las poblaciones de tiburón es debido a sus peculiares estrategias de vida, que las hacen muy propensas a la sobrepesca; la gran capacidad de migración, que facilita que una población sea pescada por una variedad de flotas y estados; su posición en lo alto de la cadena alimentaria, muy influyente sobre el resto de especies marinas y el equilibrio de los ecosistemas; y la tendencia de muchas especies de tiburón a parir en aguas costeras y de poca profundidad, donde hembras a punto de parir, recién nacidos y juveniles pequeños son capturados fácilmente con los métodos de pesca más básicos. De hecho, muchas de estas especies están en varias listas de convenciones internacionales de protección de especies.

Sí se puede recuerda que esta actividad no tendría nada que ver con la explotación tradicional de especies de tiburón profundo que habita las zonas medias y profundas de los fondos canarios, que se practicó a mediados del siglo pasado en algunos núcleos pesqueros del sur de las Islas Occidentales. Si bien es cierto que estas especies de tiburón de fondo comparten con sus colegas superficiales muchas de sus peculiaridades biológicas, lo que las hace especies sensibles a la explotación, la pesca tradicional realizada por nuestros pescadores artesanales aprovechaba el aceite de hígado, de gran calidad, la carne para salazón, y la cabeza y resto de vísceras para la elaboración de harina de pescado. Era una pesca estacional, sin necesidad de grandes aportes técnicos, y supuso un paso hacia la necesaria diversificación de actividades pesqueras (mucho más en estos tiempos que entonces, debido a la sobrepesca actual), que permitiera aliviar la presión ejercida sobre recursos costeros desviando estacionalmente esfuerzo hacia recursos profundos.

Los estudios realizados por los equipos de investigación de la Universidad de La Laguna y el Instituto Canario de Ciencias Marinas en la década de los noventa (que dieron lugar a la publicación del libro 'Peces cartilaginosos de Canarias: los tiburones de los fondos profundos y su aprovechamiento pesquero') concluyen que sería necesario que la administración competente hiciera esfuerzos por estudiar la vuelta a este tipo de explotación de tiburones profundos y que los recursos tienen potencial, siempre, claro está, con los correspondientes permisos de pesca a determinadas embarcaciones bajo un estricto seguimiento de capturas y del impacto de la actividad.

Como conclusión, Sí se puede está en contra de la explotación insostenible de tiburones para aprovechar únicamente sus aletas, y exige a las administraciones competentes que revoquen el permiso concedido al promotor para establecer un secadero en terrenos de municipio de Arico.

A la vez, Sí se puede anima a las administraciones competentes a estimular en el sector de pesca de bajura canario y en el mercado pesquero local las actividades pesqueras artesanas, “que permitan diversificar el esfuerzo pesquero, aumentar el número de posibilidades económicas del sector, e incentivar el consumo local, en pro de la soberanía alimentaria y el consumo de productos producidos u obtenidos en la cercanía”.


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