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martes, 16 de abril de 2024 23:04h.

SOS Tindaya - CDTN

Con la constitución de la "Fundación Canaria Monumento a la Tolerancia en la Montaña de Tindaya" suscrita por el presidente del Gobierno Autónomo, Fernando Clavijo, y el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, se insiste institucionalmente en la destrucción del monumento mahorero de Tindaya.

SOS Tindaya - CDTN

Con la constitución de la "Fundación Canaria Monumento a la Tolerancia en la Montaña de Tindaya" suscrita por el presidente del Gobierno Autónomo, Fernando Clavijo, y el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales, se insiste institucionalmente en la destrucción del monumento mahorero de Tindaya. De nombre controvertido, esta "filántropa" Fundación, carente de canariedad e intolerante, nace viciada jurídica, económica y políticamente, producto de la acción de un grupo de poder que, instalados en los vericuetos de las administraciones, pretende lucrarse atentando contra el patrimonio: natural, identitario, histórico, arqueológico, arqueoastronómico y cultural, de toda la sociedad canaria, de la Tamazgha y, por extensión, de la humanidad.

La alevosa iniciativa tutelada por la Fundación para destruir, en nombre del arte y la internacionalización, profana lo que intrínsecamente ya constituye un Monumento. La complicidad de quiénes lo justifican desde el desarrollismo turístico y la especulación urbanística relegan un valor existente y auténtico por otro subjetivo, cuyo valor se le supone, con una acción destructiva e impacto irreversible que sólo es comprensible desde la ambición y el desarraigo ¿En esta arriesgada iniciativa no cabe la hipótesis del fracaso como atractivo turístico o explotación empresarial?¿Está ausente de riesgos geológico o geomecánico una excavación interior de más de 200.000 metros cúbicos de roca y los cientos de movimientos sísmicos y, si se desplomara toda la corteza, cómo y quién la repondría a su estado original?

Todos los elementos arqueológicos, biológicos e históricos y la propia montaña constituyen un todo integral y cualquier alteración de alguna de sus partes atenta contra el Monumento natural, como lugar de culto y observación, depositario de una de las manifestaciones de petroglifos podomorficos, más grande del mundo e importante del norte de África, y otros yacimientos funerarios con restos de ajuares y poblados.

El despropósito de la protección como BIC reducida a los podomorfos, solo es compresible desde el subterfugio que da cobertura legal al saqueo del resto de la montaña para permitir excavar un cubo de 50x50x50 metros con una serie de accesos y chimeneas de luz en su interior, cuyo material es parte sustancial del negocio. La montaña, es el verdadero Monumento de los mahos, conjunción de lo natural y cultural con lo espiritual; representa un todo indisociable al que sacarle las entrañas es vaciar su esencia ancestral y sagrado significado, perpetuado hasta nuestros días, en puro vandalismo colonial contra nuestra sociedad ¿Qué diríamos si alguien se le ocurriera excavar el Teide o perforar el Roque Nublo porque aporta "cultura y tolerancia" a Tenerife o a Gran Canaria?

La montaña sagrada de Tindaya es un legado que hemos recibido del pasado con el que estamos comprometidos en transmitir a las generaciones venideras, como parte integrante de la identidad mahorera y del Pueblo canario; no necesita de atributo foráneo alguno para ser considerada Monumento. Legado, que no debe estar subordinado a las prerrogativas de los gobiernos o ser contrarias a su integridad, en tanto constituye un valor excepcional como patrimonio material universal que debe ser defendido especialmente por toda la comunidad culturalmente afín y, en su defecto, por la comunidad internacional.


La dejación y el saqueo, de lo que ya constituye un Monumento Natural y Cultural, ha contribuido a que hoy no tenga su reconocimiento como establece la Convención sobre el patrimonio mundial cultural y natural de la UNESCO de 16 noviembre de 1972, como "Patrimonio Cultural de la Humanidad" por parte de las administraciones locales, nacionales y del estado, tal circunstancia no puede ser justificación para continuar con la destrucción que ahora se pretende.

No se aporta mayor cultura a Fuerteventura, ni a Canarias, sustituir un valor cultural irrepetible como el Monumento Natural de Tindaya por una subjetividad a la que su éxito, como el valor, se le supone. Tindaya, no necesita de atributo foráneo alguno para que su montaña sagrada sea considerada Monumento. Tampoco la sociedad canaria necesita escenificar, con el pretendido e intolerante atentado, un monumento a la tolerancia. Esta sociedad ha sido y es sobradamente tolerante hasta la impasibilidad. Ni debe aceptar que nos cuelen la importación de un estigma, como la intolerancia, que no nos corresponde, por muy escultórico que sea el alegato de la obra que se pretende.

Sí, por el contrario, necesita la montaña de Tindaya que una Fundación canaria; con el apoyo las Universidades de toda la Tamazgha, los Cabildos, el Gobierno de Canarias y la Unesco; ponga en valor su carácter universal como Patrimonio Cultural de la Humanidad, divulgando el conocimiento de todo su legado y proyectando internacionalmente el lugar desde presupuestos arraigados en su propia excepcionalidad, de tal suerte que se crea el "Centro Canario de Interpretación, Estudios, Documentación y la Convivencia de Tindaya para el Patrimonio Amazigh" (bereber) que focalice un turismo cualificado, académico, cultural, místico, solidario, eco-rural, de salud y reposo, cuyo potencial irradiará en todo el ámbito territorial del Monumento una actividad con un desarrollo ambiental, socio-económico y cultural, más canario, sostenible y tolerante. Una propuesta no destructiva que lanza un SOS TINDAYA.

 

Febrero 2016

 

El Comisionado del CDTN del Archipiélago Canario

 

                                                                                                    [email protected]

Tomado de http://latamazghainsular.blogspot.com.es/2016/02/sos-tindaya.html