Trujillo (IUC): “nuestros hijos no se merecen que no vayamos a la huelga”

 En una Canarias con uno de cada tres trabajadores cobrando menos de 550 euros mensuales, a nadie debe extrañar que las empresas vendan menos, tributen menos, contraten menos y despidan más. Las empresas viven de los trabajadores y, por este motivo, los bajos salarios castigan también a la mayoría de las empresas

 Ramón Trujillo, coordinador de Izquierda Unida Canaria (IUC) en Tenerife, afirma que “hoy viviríamos peor y con menos derechos si quienes hicieron huelgas antes que nosotros no las hubieran hecho. Nuestros hijos vivirán peor si no participamos en la huelga general de mañana, pero vivirán mejor si participamos en ella y nos comprometemos con las luchas posteriores para expandir nuestros derechos sociales. Tenemos la responsabilidad de transmitir y mejorar los derechos que otros conquistaron, para merecernos lo que tenemos y porque nuestros hijos no se merecen que no vayamos a la huelga”.

Trujillo afirma que la reforma laboral de Rajoy “es un billete de ida sin vuelta a la pobreza porque sólo busca reducir salarios y facilitar despidos. Los empresarios podrán reducir salarios unilateralmente, se dinamita la negociación colectiva para bajar los sueldos, no habrá indemnización para despido antes de un año, habrá despidos colectivos sin supervisión de la administración y muy baratos, tanto en los sectores público como privado. Asimismo, el mayor papel de las ETT reducirá adicionalmente los salarios y se alargarán los años en que los jóvenes trabajarán cobrando 481 euros mensuales, de manera que sus familias subvencionarán al empresario que les paga un sueldo que no da para vivir”.

 El coordinador de IUC señala que “los canarios tenemos los salarios más bajos del Estado y estamos más endeudados con los bancos que la ciudadanía de las restantes comunidades autónomas. Cuanto menor es el salario, mayor es el porcentaje del mismo dedicado a pagar intereses de deudas y el volumen de dinero que acaba en los bancos. En una Canarias con uno de cada tres trabajadores cobrando menos de 550 euros mensuales, a nadie debe extrañar que las empresas vendan menos, tributen menos, contraten menos y despidan más. Las empresas viven de los trabajadores y, por este motivo, los bajos salarios castigan también a la mayoría de las empresas. Tenemos demasiado dinero en manos de los bancos y en manos de los adinerados que tributan menos, evaden, especulan y defraudan más y, asimismo, generan menos consumo interno y menos empleo. La reforma laboral refuerza este círculo vicioso estructural que nos condena a la pobreza, el desempleo y la precariedad”.

 El coordinador de IUC en Tenerife hace un llamamiento para participar en la huelga y “detener el mayor ataque a los derechos laborales desde la posguerra civil del siglo XX”. Para Trujillo “es hora de dejar claro que hay alternativas a la política actual que pasan por la lucha contra el fraude fiscal, suprimir la mayoría de reducciones aplicables al impuesto de sociedades, implantar una banca pública que financie a pymes y autónomos, expandir el Estado del bienestar y el empleo público, recuperar empresas privatizadas, implantar la jornada de 35 horas, con ayudas a las empresas para financiar su introducción, y denunciar las políticas de la Unión Europea que pactaron PP y PSOE y que hoy están presionando para destruir nuestro nivel de bienestar. Se trata de entender que el modelo de democracia incompleta de la transición está agotado y debe ser sustituido por otro más democrático y redistributivo. Obviamente, lo que suceda con las condiciones laborales es vital para el porvenir de la calidad de vida”