Lunes 17 de abril, en la Consejería y en el Parlamento

Ante la reciente noticia aparecida en los medios, con más de una tonelada de comida para las familias sin recursos proveniente del Fondo Español de Garantía Agraria escondida en unas canchas deportivas, en el sur de Tenerfe, caducadas desde el año 2011, desde las Plataformas por la Dignidad y 29E no podemos más que mostrar nuestra indignación y repulsa más absoluta, con más razón si cabe cuando sabemos que estas graves irregularidades no son una cuestión puntual, es algo habitual, como podemos comprobar si buscamos un poco:

En Santa Cruz de Tenerife, en mayo de 2011: “Denuncian entrega de comida caducada en un centro de Cáritas”

Otra vez en Arona, en noviembre de 2012: “El ayuntamiento tira a la basura 20 palés de comida caducada en centros oficiales.”

En Santa Cruz, también en noviembre de 2012: “Comida de la UE enviada a España para los más necesitados acaba en la basura”

En el Puerto dela Cruz, en noviembre del 2014:“Tiran a la basura 3.000 kilos de alimentos para familias necesitadas.”

En Lanzarote, en agosto de 2015: “Kilos de comida para familias necesitadas terminan en contenedores de basura en Playa Blanca.”

En Fuerteventura, en marzo de 2016: “Más de 45 toneladas de comida del programa de alimentos acaban en la basura en Puerto del Rosario.”

En La Palma, en febrero de 2016: “Localizan en la basura alimentos entregados por Servicios Sociales.”

Y así podríamos seguir y no acabaríamos nunca, pues no se trata sólo de comida caducada o comida que aparece en la basura, es comida que muchas familias al final se acaban llevando y en muchos casos comiendo, a pesar de estar pasada de fecha o caducada, porque no tienen más remedio, porque no tienen otra cosa que comer, como pasan con los yogures, con la leche o con los pollos en más de una ONG. También es comida que se entrega mal, aguantando colas en la puerta y malas palabras, o siendo las familias obligadas a asistir a cursos y talleres muchas veces absurdos, a pagar un euro, a participar en colectas y rifas solidarias y hasta a descargar camiones.

¿Por qué ocurre esto?

Porque no hay una fiscalización real del proceso de reparto, dado que ni Cruz Roja ni el Banco de Alimentos ponen medios suficientes para controlar todo el recorrido de los alimentos hasta las familias.

Porque las ONG y asociaciones caritativas que reparten la comida que les entrega el Banco de Alimentos tampoco tienen medios, ni equipos de frío, ni formación, ni personal suficiente, ni voluntad de hacer bien las cosas, en algunos casos.

Porque las Administraciones Públicas que en teoría deberían velar por el buen funcionamiento de este sistema están encantadas con dejarlo todo en manos de Cáritas, Cruz Roja, el Banco de Alimentos y el resto de ONG y asociaciones, como sucedía hace décadas, cuando muy poca gente tenía necesidad de acudir a la beneficencia para comer.

Porque queda muy mal fiscalizar, controlar o criticar la labor de estas entidades caritativas que tan buen nombre tienen en nuestra sociedad.

Porque los alimentos que reparte el FEGA son siempre empaquetados (arroz, garbanzos, lentejas, pasta), y con esto sólo no come una familia, y al final sobra y hay que tirarlo.

Porque las grandes cadenas alimentarias que donan alimentos a las ONG y al Banco de Alimentos, de lo que se desgravan el 35 por ciento del Impuesto de Sociedades, lo hacen con fecha muy próxima a su vencimiento en muchos casos (yogures, leche), y esos alimentos acaban llegando tarde, mal y caducados a las familias.

Porque hay muchos intereses creados en este sistema (clientelismo, lavar imagen pública, desgravaciones millonarias, espectáculo mediático, millones de euros para El Corte Inglés en Santa Cruz), lo que lleva a nuestras Administraciones a no querer poner en marcha una Renta Básica de Ciudadanía o como mínimo la tarjeta de crédito del supermercado como modelo limpio y respetuoso de acceso a los alimentos, como ya se hace en Barcelona y en otras ciudades.

Porque se ha instalado en buena parte de nuestra sociedad la idea de que hemos salido de la crisis, y hay trabajo otra vez para todo el mundo, de modo que los que lo pasan mal lo hacen porque son vagos o están acomodados en la beneficencia, y deben aguantar con lo que les venga, ya sea comida caducada, malos tratos, falta de suministros, falta de vivienda o cualquier otra carencia. Esto es: se está criminalizando la pobreza.

Y todo esto ocurre en Canarias desde hace mucho tiempo, 

pero ya está bien, ya es demasiado tiempo, y es demasiada la indignidad. 

Es hora de sumar.

Ha llegado la hora de gritar ¡Basta Ya! y exigir que todo esto cambie.

El próximo lunes 17 de abril estaremos a las 10.00 horas en la sede de la Consejería de Asuntos Sociales del Gobierno de Canarias en Santa Cruz de Tenerife, y a las 11.00 en el Parlamento de Canarias, para exigir a nuestras Administraciones un cambio de modelo en el actual sistema de acceso a los alimentos de las familias sin recursos en Canarias.

Todos los colectivos, sindicatos, partidos políticos y ciudadanos de bien que estén por este cambio de modelo, pueden sumarse a esta lucha contactando con nosotros a través de los teléfonos 669447122 o 671736786.

Un 11 de abril de 2017, 

Plataforma 29E – Plataforma por la Dignidad. 

Denuncian entrega de comida caducada en un centro de Cáritas 05-05-15