• Ante el creciente enfoque de securitización* de las políticas de la UE y los Estados miembro, es necesario reforzar el concepto de seguridad humana desde un enfoque de derechos humanos
• El futuro V Plan Director de la Cooperación Española es una oportunidad para hacerlo en el marco de la política española de cooperación internacional para el desarrollo
• La Mesa de diálogo: Seguridad y Desarrollo analizará el 20N qué tipo de seguridad es necesaria para afrontar los desafíos en los niveles local, estatal y global, desde el respeto a los derechos humanos

16 noviembre, 2017

El aumento de las referencias a la "seguridad" alcanza a todos los ámbitos políticos, incluido el del Desarrollo Humano. Ya en 1994 el Informe del PNUD introduce el concepto de seguridad humana, ampliamente recogido hoy en la agenda 2030 de Desarrollo Sostenible.

Pero la seguridad humana no siempre se enfoca desde la perspectiva de la protección y garantía de los derechos humanos, prevención de violencia y la superación de condiciones de injusticia y vulnerabilidad.

Al contrario, asistimos a un proceso creciente de securitización. Este concepto describe las consecuencias de tratar distintos asuntos como amenazas existenciales que han de ser combatidas, justificando que el Estado obvie las limitaciones normales y acuda a medidas extremas. Cuando la ciudadanía acepta tales procedimientos se produce una pérdida del debate democrático y del control ciudadano sobre las acciones del Estado.

El enfoque securitista gana terreno. Tanto en el documento del Consenso Europeo del Desarrollo aprobado hace unos meses, como en ciertas prácticas políticas de la UE y de los Estados Miembros, la securitización como estrategia se impone a la seguridad entendida como el conjunto de condiciones en las cuales las personas pueden desarrollar su vida sin miedos ni violencias, disfrutando de una alimentación sana, educación, sanidad, trabajo decente y libertades civiles y políticas.

El proceso de securitización de las políticas públicas hace que, incluso aquellas cuyos fines son luchar contra la pobreza, la desigualdad o el cambio climático, responder a las migraciones forzosas o la seguridad ciudadana, sean instrumentalizadas para contribuir a medidas de control ciudadano que nada tienen que ver con el desarrollo ni con los derechos humanos.

En nuestro país, la elaboración en marcha del V Plan Director de la Cooperación es una oportunidad para reforzar el concepto de seguridad humana desde un enfoque de derechos humanos en el marco de las políticas de cooperación internacional para el desarrollo.

Para debatir sobre enfoques alternativos de la seguridad y su vinculación con el desarrollo y los derechos humanos, REEDES, la Red de ONGD de Madrid y la Coordinadora ONGD-España convocan el lunes 20 una Mesa de diálogo sobre Seguridad y Desarrollo.

En ella, voces de diferentes ámbitos analizarán qué tipo de seguridad es necesaria para afrontar los múltiples desafíos que afrontamos en los niveles local, estatal y global. También se abordarán los desafíos específicos a la seguridad en el acceso a la salud o a los recursos, los movimientos migratorios forzosos, el cambio climático, el extractivismo o las violencias de género.