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jueves, 25 de abril de 2024 09:47h.

Jugamos tranquilas, ¿eh? - por Alex Grijelmo

En  EL PAÍS, un reconfortante artículo de Alez Grijelmo. "Algunos varones empiezan a incluirse en los términos femeninos sin forzar el idioma" dice la entradilla. Claro, reconfortante, para quienes defendemos el derecho de la mitad de la población -la femenina-  ser tenida en cuenta en todo discurso. A quienes nos enfrentamos al manido argumento del epiceno que se pretende que, desde lo masculino, represente a la generalidad...



 

Un concepto, este del epiceno que, además de ser injusto y discriminatorio, es ambigup y confuso, porque no refleja en el discurso la realidad de lo que se quiere decir.

Este artículo de Alex Grijelmo es un valioso argumento. Como dice en el texto: "El criterio de quienes sostienen que la lengua se adapta a la realidad como el agua a la vasija; y que si cambiamos la realidad y fomentamos la presencia de la mujer en todos los órdenes de la vida donde antes estaba discriminada, cambiaremos con el mismo esfuerzo el lenguaje; frente a quienes defienden, con idéntica buena voluntad, que primero hay que cambiar el lenguaje porque así se cambiará más fácilmente la realidad."

http://elpais.com/elpais/2012/10/11/opinion/1349975926_432322.html