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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Luis Leante en PERIPLO: “Prefiero perder el equipaje que perder la libreta”

El escritor murciano cierra la segunda edición del Festival Periplo en una Conversación en La Ranilla con el escritor Antonio Lozano

 

 

 

PERIPLO

Luis Leante: “Prefiero perder el equipaje que perder la libreta”

El escritor murciano cierra la segunda edición del Festival Periplo en una Conversación en La Ranilla con el escritor Antonio Lozano

“Creo que los viajes son el alimento no solo intelectual, sino vital de las personas”, asegura el escritor murciano Luis Leante, premio Alfaguara en 2007 por su novelaMira si yo te querré. “Hemos pasado de la vida de mi bisabuela, que no salió de su pueblo, a la de mi hija, que con cuatro años ya ha había estado en ciudades de distintos países”, destaca Leante, para subrayar el papel de los viajes en la vida de la gente en la sociedad contemporánea.

“El viaje es una forma de enriquecimiento general, en mayúscula y minúscula, y que permite que la sociedad avance más deprisa, porque sí, abre la mente y hace que conozcamos otras cosas. El conocimiento ayuda a reflexionar”, dice el escritor, que es un viajero constante y que en algunas de sus salidas de casa ha encontrado el material que nutre después sus novelas.

El escritor participa en el último encuentro literario del Festival de Literatura de Viajes y Aventuras de Puerto de la Cruz, Periplo, este domingo, a las 13.15, en la carpa del Museo Arqueológico, donde mantendrá con el escritor Antonio Lozano la última Conversación en La Ranilla de la segunda edición de Periplo.

“De joven viajaba a través de la literatura y luego la literatura me permitió viajar. Para mí, lo primero era el viaje y luego el viaje retroalimenta la literatura”, reflexiona el autor de El canto del zaigú; en su caso, “detrás de casi cada novela hay un viaje”, y hace el recuento de las suyas: “La luna roja surgió de un viaje que hice a Estambul para descansar de la gira por América Latina –y se ríe de la paradoja: ‘viajar para descansar del viaje’-; Paisaje de río con Baracoa de fondo salió de un viaje que hice a Cuba, un país por el que tenía mucha, mucha curiosidad; Cárceles imaginarias salió de Milán y Valparaíso”.      

“En general, siempre es el viaje el que alimenta la novela”, dice Leante, que recurre a un método sencillo: en el viaje, las libretas y en casa, el ordenador; se declara favorable a las ventajas que aporta la tecnología, pero necesita el contacto con el papel. “Las libretas son mi memoria, porque además soy muy despistado, olvido los lugares, las personas, no me desprendo de mi libreta ni mis gafas. Prefiero perder el equipaje que perder la libreta, porque es mi herramienta principal”. Con archivadores repletos de libretas escritas durante veinte o treinta años, solo el 10% de la libreta está en sus libros.

Entre todos sus viajes, Leante se queda con la gira que lo llevó durante siete meses de Estados Unidos a la Patagonia, en 2007, para la promoción de Mira si yo te querré, lo que le permitió visitar cerca de veinte países. Fueron meses de charlas, conferencias, encuentros con lectores y encuentros con embajadores saharauis –la novela se desarrolla en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, escrita a raíz de su viaje a esta zona en una misión humanitaria–.

Parafraseando al poeta andaluz, Leante afirma que le “gusta viajar ligero de equipaje” y se sorprende de lo poco que es imprescindible para vivir. No compra recuerdos ni se llevan mucho material…”no tengo apego a las cosas materiales”. Aunque en su repisa, a simple vista, se pueden cazar en una impresión rápida algunos pequeños objetos, “una pipa del Sáhara, una piedra, un fósil, una jarra de Marruecos”, cosas que han conseguido entrar en su maleta gracias a su pequeño tamaño y su ligero peso.