Este libro es para mí un reencuentro feliz, urgente, necesario, y al tiempo, también, una despedida. Lo presento este sábado 27 de mayo, a las 10.30 horas, en la carpa central de la Feria del Libro de Santa Cruz de Tenerife que tiene lugar en el santacrucero Parque García Sanabria. En el acto, contaremos con la participación de la conocida periodista tinerfeña Carmen Izquierdo, y estaba prevista también la presencia del narrador oral y genial actor Juan Carlos Tacoronte, pero anda de gira por Méjico. No obstante, nos deja su prólogo a la edición del libro, que pueden leer a continación.

Conocí a Eloy Cuadra en la plataforma por la dignidad de las personas sin hogar, justo en un momento en el que, en esta ciudad era demasiada la gente afectada por una crisis que dejó a muchos seres humanos en la calle. Él junto a otras personas se pateaba la ciudad haciendo inventario del desastre humano que nos rodeaba, denunciando la dejadez de las instituciones y procurando encontrar un lugar más digno que la calle para vivir. Gente a la deriva delante de nuestras propias narices; hombres y mujeres de carne y hueso viviendo en la calle, muriendo en la calle. En esas circunstancias conocí a este hombre comprometido hasta las trancas con el género humano. Ahora lo descubro en una faceta de escritor. Su compromiso sigue latiendo incluso en esta historia que convoca en este relato. La protagonista es una niña, una niña que sueña y mucho más que eso. Inteligencia y sensibilidad. En su mente de niña hay un torrente de preguntas, los adultos que la rodean se ven en una encrucijada. A la hora de responder no saben bien si ahorrarle la realidad a esta niña preguntona o bien dulcificarla respondiendo cualquier cosa. Como Alicia en el país de las maravillas, la protagonista de nuestro relato va creciendo y conociéndose y se puede entrever la mujer que será, sin duda una mujer inteligente, sensible, fuerte y aventurera. Ya desde la cueva, las mujeres dieron valor a la palabra dicha. Fueron ellas las que inventaron la esperanza, un pájaro que vuela alto y profundo. Eloy Cuadra se compromete una vez más, apoyando con su mirada el cambio necesario hacia esa femenina y cuidadora manera de ser y estar en el mundo, en pos de la igualdad, la justicia y la ecología. 

Juan Carlos Tacoronte.

Sobra decir la felicidad que supone para mí ver editado este nuevo libro, mi “sexto hijo”, el cuarto en negro sobre blanco, una felicidad que es doble, o triple, porque además de la publicación y la buena acogida que está teniendo en estos primeros días, tengo la suerte de poder contribuír con un proyecto hermoso, el que desarrollan los amigos de la ONG Solidarios Canarios en Gambia, con la creación de una escuela de primaria y un puesto de salud en Jalokoto, un pueblo del interior del país africano, para el que irán destinados los beneficios que me corresponden por la venta de la obra.

Literatura, necesidad vital, como un oásis de paz en medio de un desierto de lucha y desespero. Creo que no podría hacer todo eso otro que hago en el plano social y político, si no contara con estos lugares mágicos donde perderme de vez en cuando. Así, me encantaría poder compartir este feliz alumbramiento con todas mis amigas y amigos, con conocidos y desconocidos, con todas las personas que quieran pasarse por el parque García Sanabria este sábado. Casualidades de la vida y de las agendas editoriales, casi a la misma hora muy cerca del parque tiene lugar la Marcha por la Dignidad en la que yo también participo. Contando con la duplicidad de actos, para las personas que quieran pasarse antes para acudir luego a la manifestación, estaré firmando libros desde las 10.30 horas en el stand de la librería Agapea, y posteriormente, desde las 12.00 horas otra vez.

Y para la gente del norte de Tenerife a las que les pille un poco lejos, por la tarde de este mismo sábado una segunda oportunidad, a las 18.00 horas en la Jornada “Sonrisas x África” que se celebra en La Orotava, en la Plaza del Kiosko de la villa norteña.

Es todo de momento, feliz encuentro, feliz lectura.

Eloy Cuadra*