Si la banca y los neoliberales amenazan, es porque no hay banca pública - por Chema Tante
Si la banca y los neoliberales amenazan, es porque no hay banca pública - por Chema Tante
"Sánchez dice que la banca debe contribuir más a los ingresos públicos"
"Rafael Hernando y Albert Rivera advierten de que que los bancos repercutirán los impuestos a sus clientes, incrementando las comisiones no a los ricos, sino a los ahorradores y los pensionistas"
"El Santander amenaza con cambiar su “estructura legal” en España si el Gobierno aprueba la tasa a la banca"
"El Banco Santander gana 3.752 millones, un 4% más hasta junio, con un cargo de 300 millones por el Popular"
Pedro Sánchez inició su andadura parlamentaria como nuevo presidente del gobierno del estado español, intentando recordar que es socialista o dice serlo, anunciando su propósito de actuar con coherencia en la necesidad de equilibrar las cuentas públicas, no recortando más gasto social ni inversión, sino aumentado la recaudación, imponiendo la justicia fiscal que significa, simplemente, aplicar más carga tributaria a las grandes empresas y, sobre todo, a la banca. Qué horror.
Ante estas aviesas intenciones, el neoliberalismo, personificado en el inicuo ppero Hernando y el granuja ciudadanero Rivera, más la banca -privada, claro; no hay otra en este estado de derecha- de la que el Santander es paradigma y adalid, no han tardado un segundo en reaccionar. Y lo han hecho con sus burdas y acostumbradas amenazas: "Los impuestos ahuyentan a inversión, las empresas se van y, además, esos impuestos bancarios los terminan pagando los clientes". En el caso del Santander, que, como es habitual, ejerce como portavoz de su gremio, la admonición resulta el colmo de la arrogancia: "Si nos ponen impuestos, nos vamos y no traemos los beneficios", han dicho.
No perderé mucho tiempo en ello, pero hay que desmontar esa trola de que las empresas se largan, si se les obliga a pagar los impuestos que se deben imponer. Eso lo hacen los futbolistas, como Ronaldo o los tenistas como Nadal, y las empresas especuladoras, que no obtienen sus beneficios de la actividad productiva o comercial normal. Las empresas que operan como es debido, acuden y se quedan donde hay posibilidad de negocio, aunque haya que pagar impuestos. Una vez más, hay que salir al paso de este otro supuesto dogma de fe teórico a que apela el neoliberalismo. Los impuestos solamente espantan a la inversión, desleal, tramposa y especulativa. Las empresas honestas no temen a los impuestos, cuando ven que hay dinero a ganar.
En cambio, la banca sí tiene mucha razón, con sus amenazas: es cierto, pueden trasladar el coste fiscal a sus clientes y se pueden largar con sus beneficios, aunque esto ya lo hacen. Pero este chantaje lo puede hacer la banca, porque los gobiernos felones han renunciado a la posibilidad que les ofrecen las mismas reglas del mercado, para actuar regulando la actividad. En el caso de la intermediación financiera, mediante una banca pública que contrarreste las malas prácticas e impida la extorsión. Si en el estado español existiera una banca pública que prestara el servicio comercial en competencia con la banca privada, a ninguna entidad se le ocurriría repercutir los impuestos a sus clientes.
http://www.elmundo.es/economia/empresas/2018/07/25/5b58742546163f23598b4654.html
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/07/25/companias/1532522531_668310.html
https://elpais.com/economia/2018/07/25/actualidad/1532498468_983602.html
http://cadenaser.com/ser/2018/07/17/politica/1531821840_253872.html
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2018/07/17/midinero/1531813229_541516.html
Lo escribe y lo sostiene Chema Tante
