Me acuerdo, yo, Chema Tante, de aquello de"Paren el mundo, que me quiero bajar" y a veces pienso que dan ganas de gritarlo de nuevo. Pero no. Mientras el cuerpo aguante, no podemos dejar este planeta en manos de este neoliberalismo que primero, lo quiere disfrazar, para, acto seguido, terminar de cargárselo. Todas las realidades naturales y sociales, el neoliberalismo nos las cambia y las transforma en parques temáticos. Sea Venecia, los piers de San Francisco o las dunas de Maspalomas, las costas, los bosques, las montañas... quieren seguir revestiendo todo de oropel, para beneficiarse vendiendo lo que ya no es como si fuera lo que era. Ahora, un caso más, con lo que pretende hacer intu Mediterrani con un paraje natural como L'Horta Oest, que resiste a la ya sobrecarga de segundas residencias, pero que sigue existiendo como un pulmón natural en una zona saturada de población y cemento. Irene Sanchís, en este artículo en EL DIARIO que recomienda Federico Aguilera Klink cuenta la agresión que pretende perpetrar esta empresa, paradigma de más mendaz neoliberalismo. Un artículo que vale la pena leer con mucha atención porque integra un pequeño pero completo tratado sobre los procesos de gentrificación que nos están cambiando el mundo.