Falacias – Por Alfonso González Jerez
Ya sabe Alfonso González Jerez que cuando no me gusta lo que dice (cómo lo dice, suele gustarme siempre) se lo hago saber con contundencia que el hombre encaja con nobleza. Pero, amigo, las veces que no son pocas tampoco en que concuerto con el texto alfonsiano, tengp mucho gusto en reconocerlo. Y esta es una ocasión singular. No solamente porque el artículo que publica en DIARIO DE AVISOS sale al paso de las mentiras con que se pretende justificar la contaminante actividad petrolera en aguas cercanas a Canarias, sino porque agrega al discurso colectivo un nuevo argumento tan feliz como oportuno. Y el argumento es que las comparaciones con otras experiencias petrolíferas no son válidas. Porque el quid de la cuestión no es que Noruega, ejemplo aducido con frecuencia por los defensores de las prospecciones y extracciones, se haya beneficiado del petróleo, sino que la buena gestión noruega de la actividad petrolera hace que se deriven de ella esos beneficios. Un extremo que nada permite pensar que se pueda repetir ni en Canarias ni en España, que se distinguen en estos tiempos por la desastrosa manera en que se manejan los asuntos públicos, siempre en beneficio de los intereses privados y en detrimento de lo que conviene a la sociedad y al medio ambiente.
Y, por supuesto, la evidencia de que el mar del Norte no es el que baña nuestras islas.
De manera que me uno a la exigencia de Alfonso de que los petroleros y sus aliados no ofendan nuestras inteligencias con la intención de hacernos tragar, no ruedas de molino, sino plataformas marinas.
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