Cuando suenan ensordecedoras las trompas triunfales por el acuerdo de la Unión Europea con los fondos de reconstrucción, este artículo de Michael Hudson en OBSERVATORIO DE LA CRISIS debería sonar como un cañonazo. Lo recomienda Federico Aguilera Klink y yo, Chema Tante digo que en Bruselas se ha dado otra vuelta a la cadena que atenaza a los pueblos de Europa. Es así, no estamos sometidos a una aristocracia de sangre, ni los del Sur a los del Norte frugal. Nos someten aun más a la esclavitud de la gente del dinero. Una parte, con deuda, otra, con subvenciones a fondo perdido pero todo, sometido a condiciones y con la espada de Damocles pendiendo. Si no se cumple, se cierra el grifo.