Buscar
miércoles, 17 de abril de 2024 00:00h.

Quince miradas sobre Piketty, el economista de moda

Francisco Morote, de ATTAC, recomienda esta útil guía publicada por el digital argentino MDZ, de análisis sobre la obra de Piketty

Quince miradas sobre Piketty, el economista de moda
 
 
El francés está siendo objeto de análisis en todo el mundo a raíz de su último libro en el que analiza 250 años de desigualdad económica. por MDZ
 
 
Thomas Piketty es francés y tiene 43 años. Nació -aunque parezca la redundancia, hay que decirlo- en 1971, lo que indica bastante en torno a lo contemporáneo que es. Pero, ¿de quién se trata? Nada menos que del "gurú" económico del momento en el mundo.


Es francés y director de  École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS). Su especialidad está en la "desigualdad económica y la distribución de la renta" y se indica, desde varios frentes, que su último libro "va a hacer historia". Claro, se entiende desde el hecho de que a sus 22 años escribió "Ensayo sobre la redistribución de la riqueza", su tesis doctoral.

Se trata de "Le Capital au XXI e siècle", editado en francés en 2013 ("El Capital en el siglo XXI" o "Capital in the Twenty-First Century" en inglés, publicado en 2014).

Allí, en apretada síntesis, expone cómo se produjo la concentración d ela riqueza en los últimos 250 años por lo que, por lo menos, hay que saber qué dice, cuáles son sus ideas y hacia dónde pretende ir este economista que desafió a Karl Marx en pleno siglo XXI. Pero afirma que jamás leyó un texto del "Das Kapital", de Marx.

Por ello vamos a sumar aquí la posibilidad de navegar por los análisis más interesantes que se han escrito en español sobre su obra. Los hay críticos y favorables. Lo tratan de "brillante" y de "osado", pero todavía nadie ha dicho que esté "loco".

Básicamente, sostiene, en tres claves:

 

- La concentración de la riqueza aumentó en todos los países desarrollados.

 

- Se mantiene la tendencia a la no intervención impositiva sobre esas fortunas (una muestra es la resistencia a la Tasa Tobin en Europa).

- Si no hay cambios en esa situación, la economía del siglo XXI se parecerá a las del siglo XIX, cuando las elites económicas heredaban la riqueza en lugar de obtenerla del trabajo. Será una sociedad neovictoriana clasista, dominada por la riqueza no ganada de una elite hereditaria.

A continuación, la introducción a los artículos que nos permitirán decodificar a Piketty, ¿una moda o la piedra basal de otra economía?:

El pánico de Piketty. Por Paul Krugman, El País. Piketty no es ni mucho menos el primer economista en señalar que estamos sufriendo un pronunciado aumento de la desigualdad, y ni siquiera en recalcar el contraste entre el lento crecimiento de los ingresos de la mayoría de la población y el espectacular ascenso de las rentas de las clases altas. Es cierto que Piketty y sus compañeros han añadido una buena dosis de profundidad histórica a nuestros conocimientos, y demostrado que, efectivamente, vivimos una nueva edad dorada. Pero eso hace ya tiempo que lo sabíamos. El artículo, aquí. Hacé clic.

Piketty, el fenómeno. Por Juan Manuel Bellver, El Mundo. Cómo este mamotreto plagado de estadísticas, gráficos y fórmulas matemáticas, amasadas durante 15 laboriosos años, aderezado con imprevisibles referencias literarias (Balzac, Jane Austen, Henry James) y completado por casi 200 páginas de notas ha obtenido un éxito tan fulgurante en Norteamericana es algo que escapa a cualquier analista. Lo cierto es que se ha izado al número uno en el top de Amazon, superando a la saga de Juego de tronos. La nota completa, haciendo clic aquí.

Anular la deuda o gravar al capital: ¿Por qué elegir? Por Eric Toussaint, presidente del CADTM Bélgica. El debate entre Thomas Piketty y David Graeber gira esencialmente alrededor de la consideración de los respectivos méritos del impuesto sobre el capital y del repudio de la deuda pública. Graeber, apoyándose en una hermosa erudición histórica y antropológica, subraya que la anulación total o de una parte de la deuda, tanto privada como pública, es una idea reiterada de la lucha de clases desde hace 5.000 años. Considerando que la deuda es un mecanismo central de la dominación capitalista en la actualidad, Graeber no ve ninguna razón de que cambie este enfoque en el futuro. Thomas Piketty por su parte cree que se puede obtener un alivio considerable del peso de las deudas mediante un mecanismo fiscal de imposición a las grandes fortunas que sería más justo socialmente, ya que evitaría perjudicar a los pequeños y medianos inversores, tenedores (por medio de los fondos comunes de inversiones gestionados por los bancos y las aseguradoras) de una gran parte de la deuda pública. Clic aquí para seguir leyendo.

El problema de la derecha con Piketty. Por J. Bradford Delong (ex secretario adjunto del Tesoro de EEUU), El País. Hace poco, Kathleen Geier intentó hacer una reseña (publicada en The Baffler, una revista en Internet) de las críticas conservadoras al nuevo libro de Thomas Piketty, Capital in the Twenty-First Century [El capital en el siglo XXI]. Lo que más llama la atención es la pobreza del análisis de la derecha de los argumentos de Piketty. El razonamiento de Piketty es minucioso y complicado. Seguí leyendo desde aquí.

Seis claves del debate sobre desigualdad planteado por Thomas Piketty. Por Jesús R. Martín, EFE. Su propuesta habla de un tributo anual del 2 % para fortunas superiores a los 5.000 millones de euros.  Aunque en su opinión, la posibilidad más realista para aplicar en grandes unidades económicas como Estados Unidos o la Unión Europea sería imponer una mayor presión fiscal sobre la riqueza, subir impuestos patrimoniales y otros esfuerzos “confiscatorios” para controlar el poder acumulativo del capital. Más, aquí.

Thomas Piketty, ¿de la talla de Adam Smith, Marx o Keynes? Por Vicente Lozano, El Mundo. Se trata de una obra clave por sí misma y por el momento en el que se ha escrito. Es un documentadísimo trabajo sobre el capitalismo y la desigualdad social... que ha aparecido justo cuando la mayor crisis económica desde el crack bursátil de 1929 ha ahondado las diferencias sociales que existen en algunos de los países más desarrollados. Hablar de capitalismo, liberalismo, rentas del capital, del trabajo y desigualdad social en este tiempo postrecesión es demasiado apetitoso. El texto completo, aquí.

Thomas Piketty y la teoría general del capitalismo salvaje. Por Marco Antonio Moreno, El Blog Salmón. La investigación realizada a lo largo de 15 años por Piketty y su equipo, da cuenta que la desigualdad se está disparando en todos los países desarrollados, y que el 1 por ciento de la población es cada día más rico, y que el 0,1 por ciento es aún más rico, y que el 0,01 por ciento es aún más rico todavía. Esto demuestra que los beneficios reales del capitalismo quedan en muy pocas manos, y que si no se realizan intervenciones extraordinarias, la tendencia continuará en ascenso haciendo que el siglo 21 se parezca al siglo 19, donde las élites económicas vivían de la riqueza heredada en lugar de trabajar por ello. Para Piketty, la mejor solución sería un esfuerzo coordinado a nivel mundial para aplicar impuestos a la riqueza y dar un giro a esta tendencia socialmente destructiva. El análisis completo, haciendo clic aquí.

El Capital de Piketty. Por George Gray Molina, PNUD. El título del celebrado libro de Thomas Piketty (El capital en el siglo 21) no alude ni a la obra maestra de Marx, ni al siglo 21, sino a cómo la propiedad del crecimiento económico ha evolucionado a lo largo del siglo 20. En minucioso análisis, Piketty muestra que la tasa de rentabilidad del capital ha estado creciendo más rápido que la tasa de crecimiento económico –empujando, por tanto, el histórico equilibrio capital-trabajo hacia la “divergencia”. En la medida en que crece la desigualdad, observa Piketty, el problema no es que la máquina del crecimiento económico deje de trabajar, sino que continúe trabajando a beneficio desproporcionado de un pequeño grupo: “los super-gerentes”, aquellos con salarios exorbitantes que son “establecidos por ellos mismos”. Más, haciendo clic aquí.

Thomas Piketty, la nueva estrella de la economía mundial. Por Marcelo Justo, BBC Mundo. El semanario The Economist sintetizó en su última edición las críticas. "Muchos piensan que Piketty se equivoca al creer que el futuro será como el pasado, el siglo XXI como el XVIII y XIX. Otros agregan que, en realidad, es cada vez más difícil obtener una buena rentabilidad del capital invertido. Y además la mayoría de los super-ricos de hoy ha conseguido su riqueza gracias a su esfuerzo y no por herencia", señala el semanario. Clic aquí para seguir leyendo. 

Guía Pikkety Por Alfredo Zaiat, Página/12. El argumento principal de El capital en el siglo XXI es que el capitalismo, en su forma neoliberal (de mercado) o intervencionista (Estado de bienestar), conduce a una economía dominada por quienes tienen la suerte de nacer en una posición de riqueza heredada. Si bien realizó el análisis sobre países desarrollados (Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y el Reino Unido), en la Argentina también está teniendo ese reflejo y es interesante observar cómo los hijos de familias de gran fortuna y visibilidad pública comenzaron a reunirse en un grupo de afinidad (revistas de la farándula, deportiva y de negocios los están mostrando).La nota completa, haciendo clic aquí.

Un economista brillante, el francés Thomas Piketty, en el ojo del huracán. Por Juan Ramón Baliñas Bueno, (economista), Mundiario. Claro está que estas ideas no gustan a los neoliberales. No conciben que se pueda tocar el caudal de los ricos herederos, ni poner coto a los desmanes de los presidentes de las diversas empresas financieras en los distintos centros de dinero mundiales. Pero claro, las desigualdades sociales en el mundo están aumentando considerablemente desde la mitad del siglo pasado. La nota, aquí.

El problema de la desigualdad... ¿dónde? Por Kenneth Rogoff. Aunque Piketty tiene razón cuando dice que en las últimas décadas la rentabilidad del capital creció, no tiene suficientemente en cuenta el amplio debate que hay entre los economistas respecto de las causas. Por ejemplo, si el factor principal de ese aumento fue el ingreso masivo de mano de obra asiática a los mercados de comercio internacional, entonces el modelo de crecimiento propuesto por el premio Nobel de Economía Robert Solow sugiere que a la larga, los stocks de capital se ajustarán y los salarios aumentarán, a lo cual también contribuirá el retiro de trabajadores de la fuerza laboral conforme alcancen la edad jubilatoria. Si, en cambio, la disminución de la participación de los trabajadores en la renta se debe al aumento inexorable de la automatización, entonces seguirá habiendo una presión a la baja en ese sentido, como expliqué hace algunos años en un artículo sobre la inteligencia artificial. El artículo completo, haciendo clic aquí.

El porqué de las desigualdades. Por Vincenc Navarro, Publico.es. La reducción de las desigualdades necesita no solo la bajada de lo alto, sino también la subida de lo bajo. Es decir, no solo se necesita gravar el capital (y de las rentas superiores, detalle, este último, que Thomas Piketty apenas cita) e incluso el control público de este capital (que Thomas Piketty tampoco cita), mediante la nacionalización o regulación, sino también el incremento de las rentas del trabajo, algo que Thomas Piketty tampoco toca. Estos silencios  y su desatención al contexto político que define este conflicto capital-trabajo son puntos débiles del libro, que limitan la comprensión de lo que ocurre. Más, haciendo clic aquí.

Thomas Piketty, ¿el nuevo héroe de la economía? Por Enrique Campos Suárez, El Economista (México). Sólo que hay que tener cuidado con las recetas mágicas. Francia, su país natal, decidió imponer un gravamen muy alto a los ricos. Esta medida que parece tener todo el toque de Piketty sirvió para que los hombres y mujeres más ricos de ese país europeo cambiaran su residencia y hasta su nacionalidad para evitar el impuesto. El artículo completo, haciendo clic aquí.

De Tocqueville a Piketty. Por Guido Rodríguez Alcalá, Última Hora. Piketty no está de acuerdo con la política seguida por muchos países: atraer capitales ofreciendo rebajas impositivas; esto crea una competencia que favorece a las multinacionales, permitiéndoles pagar menos impuestos a las que más ganancias tienen. Lo que hay que hacer es lo contrario: ponerse de acuerdo, a nivel internacional, para crear un sistema impositivo mundial, que impida una mayor concentración de la riqueza y el desarrollo de paraísos fiscales. En resumen, la solución debe ser política, porque la economía sola no puede regularse ni corregirse a sí misma. ¿Cómo? El mismo Piketty admite que será difícil, pero se lo debe intentar. La crítica completa, aquí.

 

http://www.mdzol.com/nota/533497/