Con la mesura debida, David Márquez Ayala expresa su denuncia del cinismo (el término lo aplico yo, Chema Tante) del FMI que, al certificar el desastre económico que atribula a la Humanidad (al menos a su mayoritaria parte débil) se lava las manos, como si fuera un mero "observador, no como el actor de primera línea y corresponsable que ha sido" Desde luego, la reflexión de Márquez Ayala en el artículo señalado por Francisco Morote de Attac Canarias en el mexicano LA JORNADA tiene mucho tino. Porque resulta repugnante que el FMI se escaquee de su responsabilidad. Porque el sufrimiento de la mayor parte de la población mundial se debe a las medidas austeritarias neoliberales que lleva años prescribiendo el propio FMI, con el resto de cómplices de la estrategia dominadora de las oligarquías.