Buscar
viernes, 19 de abril de 2024 00:09h.

En respuesta a las críticas realizadas al Trabajo Garantizado, Eduardo Garzón

Todo empezó con la publicación en LA MAREA de un artículo de Eduardo Garzón, en el que proponía sustituit la reivindicación de la Renta Básica por la del Trabajo Garantizado. Ese texto mereció una respuesta en SIN PERMISO, de Jordi Arcarons, Daniel Raventós, Lluís Torrens. Ahora llega la réplica de Eduardo, 

A estas puntualizaciones de Eduardo (En respuesta a las críticas realizadas al Trabajo Garantizado), una amiga que prefiere quedar en el anonimato opone unos interesantes comentarios:

Tengo pendiente una lectura atenta y detenida. Pero adelanto, en mi modesta opinión lo que sigue: 
 
1. Echo en falta un análisis jurídico y de sociología y filosofía política (ni siquiera asoman; como si las decisiones en la esfera económica fueran puramente una cuestión de tecnócratas pragmáticos. (Cargados de "buenas intenciones", eso sí, en el caso de este autor). 
Será que libertad, justicia, dignidad, igualdad, etc., son paparruchadas solo aptas para intelectuales de salón. El caso es que no se me ocurre otra interpretación cuando leo que RB y TG son propuestas que buscan prácticamente lo mismo y de una forma muy similar. Esta equiparación burda da fe de que cualquier consideración procedente de aquellos ámbitos es completamente ajena a su análisis. Más claro: el culo y las témporas. 
 
2. Se olvida, de forma imperdonable, a mi parecer, de las circunstancias críticas por las que atraviesan millones de personas. Ni de pasada se hace mención al sinnúmero de individuos transformados en superfluos como consecuencia de la vigencia incuestionada (¿no se atreve?) del sistema de dominio del capital sobre el trabajo (¡qué palabritas!, lo siento). 
Precisamente (otro opinión muy particular) no es éste el momento para estas timideces; es hora, por el contrario de la audacia. Más audacia.
 
3. Convoca una dignidad de primera y otra de segunda, según el puesto de trabajo que se ocupe se califique de una u otra manera. Todos los incardinados en el TG son, a prior,i considerados de menor categoría (y por tanto, recompensados en menor proporción), y solo creados ad hoc, es decir, traen su causa, además, en la importancia de asegurar que no mantenemos inactiva a tanta población sobrante. Faltaría más. 
Y añado: Bienaventurado quien no conoce el estigma.
 
4.  Y una pregunta: ¿por que no dice una palabra sobre la fiscalidad? ¿Por qué este silencio cuando se trata de discutir propuestas redistribuidoras? ¿De dónde ese respeto ¿sacrosanto? a la legalidad establecida, por muy ilegítima y destructiva que ésta se muestre? Tremenda incógnita. 
 
Habría mucho más que decir, pero antes habrá que dedicarle más reflexión al asunto. Sí puedo transmitir un sentimiento (que me consta comparten otras muchas personas): ¡Qué tristeza este esfuerzo denodado por poner palos en las ruedas de una propuesta que pretende remover, en última instancia, nuestra anquilosada, caduca, pero todavía hegemónica concepción del mundo! Desde luego, no se lo agradeceremos. 

http://www.lamarea.com/2014/08/25/en-respuesta-las-criticas-realizadas-al-trabajo-garantizado/