Turismo y sector primario "caminarán juntos" ¿hacia dónde? - por Chema Tante
Clavijo y Narvay Quintero se deshacen en declaraciones sobre sus propósitos de que el sector turístico atienda a las y los visitantes con productos canarios. Bellas intenciones, pero no salen las cuentas. Y, como no salen las cuentas, ya lo verán, las empresas importadoras no tienen nada que temer.
Turismo y sector primario "caminarán juntos" ¿hacia dónde? - por Chema Tante
Clavijo y Narvay Quintero se deshacen en declaraciones sobre sus propósitos de que el sector turístico atienda a las y los visitantes con productos canarios. Bellas intenciones, pero no salen las cuentas. Y, como no salen las cuentas, ya lo verán, las empresas importadoras no tienen nada que temer.
El panal de rica miel Clavijo y el brillante orador Narvay pretenden arreglar el tremendo problema de que todo lo que se le da de comer y de beber al turismo sea importado, con reuniones y estupendas declaraciones. Pero es sabido aquello de que una cuenta hace el borracho y otra el bodeguero.
Por muchas reuniones, buenas intenciones y papel intermediario que quiera hacer el gobierno de Clavijo, esto no tendrá solución, por la sencilla razón de que los números son los que son. Y con los números que son, hay que seguir dándole al turismo géneros baratos.
El problema sustancial del turismo canario es la abrumadora sobreoferta que, para intentar cubrirla así sea en parte, obliga a ofrecer unas tarifas a la baja en un mercado de turismo masivo. Un segmento de mercado en el que Canarias, gracias a la estupidez de sus dirigentes de la política y de las empresas, se ve obligada a competir con destinos más cercanos a los puntos de origen y con costes laborales y generales muchísimo más bajos que los nuestros.
Es decir, que los y las turistas que recibe Canarias son gente de muy limitada capacidad económica. Es la gente que se preocupa por dos euros de tasa turística o diez euros de tasa aeroportuaria. En tales condiciones, no hay más remedio que atender a estas personas con alimentos y bebidas de calidad regular, a precios bajos.
Y ahí está el detalle. Los productos canarios, por su alto nivel y por sus condiciones de producción, son caros. Solamente se pueden suministrar a personas que busquen alta calidad y estén dispuestas a pagar por ella, Una característica que, por supuesto, no adorna a los actuales targets del turismo canario. Las empresas turísticas no pueden vender barato y comprar caro. Es algo elemental.
Para que el sector turístico pueda colaborar con las empresas alimentarias canarias, es necesario reformular toda la estrategia de posicionamiento del destino canario. Sustituir el criterio de turismo masivo por el de turismo selectivo, reduciendo drásticamente la oferta.
Pero para eso hay que tener lo que le falta a Clavijo y al resto de quienes dirigen la política y las empresas en Canarias: imaginación y sindéresis.
Por eso se debaten en reuniones, en el famoso "mucho habla y habla y poco hace y hace". Y dentro de un par de años, ya lo verán, las cosas seguirán igual.
Clavijo y Narvay no dicen nada -parece que ignoran su existencia- de que el gobierno a que pertenecen tiene una empresa, GMR, Gestión del Medio Rural de Canarias, cuya misión no cumplida es la de remediar la fatalidad de que el noventa por ciento de lo que come y bebe el pueblo canario, prácticamente todo lo que le damos al turismo, lo importemos, previo pago religioso de las facturas correspondientes.
http://www.canarias7.es/articulo.cfm?id=384131
http://www.laopinion.es/canarias/2015/08/01/clavijo-agricultura-estrategica/621018.html