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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Una muerte anunciada: CajaCanarias


"La Caixa deja fuera de su nueva estructura territorial a los representantes de Banca Cívica"


 
La Caixa ha dejado fuera de su nueva estructura territorial, anunciada este viernes, a los directivos de Banca Cívica. Así, pese a incrementar sus direcciones territoriales de ocho a 12, la entidad catalana las ha repartido todas entre gente de la casa sin dar entrada a nadie de la entidad recién absorbida. La única cuota de poder de la fusión de las cajas de Navarra, Burgos, Canarias y Cajasol es la inclusión de sus dos antiguos copresidentes, Enrique Goñi y Antonio Pulido, en el consejo de CaixaBank, el banco a través del cual ejerce su actividad financiera La Caixa.
 
 
Las ocho direcciones territoriales renovadas o de nueva creación son Andalucía Occidental (ocupada por Juan Reguera), Andalucía Oriental (a cargo de Rafael Herrador), Castilla y León-Asturias (Manuel Bilbao), Navarra-Aragón-La Rioja (con sede en Pamplona, Raúl Marqueta), Canarias (Andrés Orozco), Castilla La Mancha-Extremadura (Victorino Lluch), País Vasco-Cantabria (Juan Pedro Badiola) y Galicia (Marc Benhamou).
 
http://www.eldia.es/2007-11-27/criterios/criterios13.htm   Canto de las sirenas - Francisco Ayala.

Comentario de Arkasov:

¿ Qué es de aquella Caja de Canarias ( CajaCanarias)?  Muerta ya Banca Cívica, y conquistado su espacio por la Caixa, parece que sus profesionales se han quedado fuera de la dirección en el territorio particular de Tenerife y de Canarias.  No es una alegría, pero "algo"  ha llevado a la ruina a nuestras institución de ahorro  social y a la  sumisión  de nuestros profesionales a un nuevo representante de la metrópoli catalana, con categoría de Virrey Territorial y actual director "en"  La Caixa, Andrés Orozco Muñoz, aunque sea paisano, como dice Ayala .
 
 Decían de ahorro popular, y más antes, Monte de Piedad, y más luego Caja de Ahorro y Monte de Piedad. Pancho Ayala termina su "canto" en El Día, con un párrafo que nos acerca  al concepto que tenía el caciquismo imperante de los "ahorradores" de las cajas:
 
Y, precisamente, iba a recordarle al hijo del querido amigo lo de la posibilidad de traer a Canarias algunas de las entidades que sostiene la Fundación de La Caixa, que ésta, a diferencia de lo que decía el inolvidable don Juan Cas, director general que fue de la hoy CajaCanarias, no es el organismo donde depositan sus ahorros las criadas, para que luego, los ricos fundadores, cojan ese dinero prestado y operen con él.
 
Siempre he comentado una visión - ficción de las Cajas de Ahorro : En uno de aquellos Café - Bar, con terraza cubierta   --- evitar el dañino sol --,  en la que apoyaban sus posaderas algunos caciques de turno,  se encontraban dos en palique, mientras el ambiente se humeaba con el aromático efluvio de los puros. De pronto, interrumpen su visión unos "jornaleros"  que corren con la "vianda (porta almuerzo)" de la mano. Uno de los caciques, que centró su vista y pensamiento en ellos le dijo al otro cacique: Dicen que ahorran. El otro, rápido en la contesta, le suelta : Hay que controlar eso!! Y así nacieron las Cajas, lugar donde los jornaleros, la clase media baja y algún indiano colocaban sus ahorros, mientras sus consejeros --- caciques, siempre muy altruistas ---,  los administraban  sabiamente y para no tener problemas sindicales asignaban al personal un montón de pagas extras que los hacían más importantes que los de la banca privada. Mantenían, eso sí, la obra social para ejemplo  y brillo de la sociedad.  La política comenzó a hacer sus "pinitos" en los consejos, para más tarde, por designación obligatoria o por el artículo 33,  posesionarse de ellas.
 
El padre Piquer  iniciador  a principios del  siglo XVIII de los Montes de Piedad, se asombraría de ver a lo que han quedado reducidas esos iniciales Montes de Piedad. A la nada más absoluta ¿ Responsabilidad? Faltaría más, de la crisis. 
 
De La Caja de Canarias, no hablo,  pues la historia es muy  parecida y está tan desaparecida como CajaCanarias. ¿ Responsabilidad? De la crisis, faltaría más. No iba,  por supuesto, a serlo por las aventuras en que  las metieron.