Patricia Suquía y Francisco Morote, de Attac recomiendan este eximio artículo de Eliseo Oliveras en EL PERIÓDICO que versa sobre el enervante tema de la piratería fiscal. No hay que cansarse de gritar que los delitos fiscales son los peores que, en términos económicos, puedan cometerse. Porque son delitos, en si mismos, pero, además, son, en su mayorísima parte, un prolongación de otras fechoría. Es preciso recordar que los fondos que la canalla financiera guarece en la multitud de Islas Tortuga fiscales que se multiplican por esos mundos, son producto de la corrupción, el robo, la trata de personas, de armas, de droga... La carencia de esa masa inmensa de pasta es la causa de que no se puedan eliminar o aliviar los ingentes sufrimientos que sufre la Humanidad. Oliveras nos explica que, mientras la Unión Europea tuerce su mirada respecto a los muchos sitios a que se dirige el dinero evadido, el Tax Justice Network con su Índice del Secreto Financiero 2018, muestra la dimensión real de los paraísos fiscales. Por cierto que el artículo no olvida el celoso esfuerzo del gobierno del estado español por sostener este funesto delito.