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martes, 23 de abril de 2024 10:22h.

Vueling: Más fuegos artificiales fatuos de Alonso - por Chema Tante

CHEMA TANTECarlos Alonso, presidente machango de Melchior, presidente real, en el Cabildo de Tenerife, anuncia faramalleramente, con flautas y tambores, la implantación administrativa -léase bien, administrativa- de una filial de Vueling en la zona ZEC de Tenerife. Alonso cae, una y otra vez, en el pecado típico de los tecnócratas.

Vueling: Más fuegos artificiales de Alonso - por Chema Tante

ALONSO MELCHIORCarlos Alonso, presidente machango de Melchior, presidente real, en el Cabildo de Tenerife, anuncia faramalleramente, con flautas y tambores, la implantación administrativa -léase bien, administrativa- de una filial de Vueling en la zona ZEC de Tenerife. Alonso cae, una y otra vez, en el pecado típico de los tecnócratas.

El pecado de los tecnócratas -imperdonable, desde el punto de vista de la buena gestión de la que tanto se la echan- consiste en alegar solamente de los proyectos y de las supuestamente estupendas ideas, siempre a priori, pero nunca jamás presentar los resultados definitivos reales de esos inventos. Da lo mismo si se trata de ampliar el horario de Los Rodeos o de tirar las tarifas de las guaguas. Da lo mismo que el paro siga rampante o las colas en la autopista se mantengan en los niveles desesperantes, porque Alonso no tiene ni idea de las causas de los problemas y, por tanto, no atina con las recetas. Alonso se presentó, se colocó su medalla de oropel, alardeando de las maravillosas ideas. Y se terminó.

Ahora se trata de un asunto menor, administrativo. Una compañía aérea low cost, que ya tiene rutas desde y hacia Canarias, incluyendo Tenerife, se instala en la zona ZEC de Tenerife, para aprovechar las ventajas fiscales, sin -como ocurre con el resto de empresas ZEC- que ello vaya a suponer mayor alivio para los ominosos registros de paro y miseria en Tenerife ni en Canarias. La única beneficiada será la empresa que, como conviene al credo neoliberal, pagará todavía menos impuestos.

Pero eso no importa, Alonso se pegó sus viajitos a todo trapo a Sudáfrica y a Barcelona, para gestionar un asunto menor. Y aparece ahora en los medios, sin ponserse colorado, mintiendo como de costumbre, diciendo que esa bobería insigne creará empleo -no dice cuánto, "porque eso es cosa de Vueling"- y que animará la economía insular. Cuando es sabido que de la cacareada conectividad, si se acrecentara con eso, solamente se aprovechan las empresas, no el personal, ni el pueblo canario. Pero, como digo, Alonso disfrutó de otro momento de gloria, otra oportunidad de lanzar sus campanudas palabras, con la desfachatez de costumbre.

Lo malo es que a semejante pistoso hay mucha gente que se lo cree. 

http://cadenaser.com/emisora/2016/03/31/radio_club_tenerife/1459431793_122750.html