Buscar
jueves, 25 de abril de 2024 15:48h.

El «prusès», el «Ceta» y la abstención del P$OE - por Álvaro Felipe

 

álvaro felipe hernándezCasi todas las felonías legislativas de esta reciente etapa del PP en el poder, han coincidido con una conjunción en la constelación de las cortinas de humo, un lejano cúmulo galáctico que gravita en torno a un agujero negro que fagocita el conocimiento mediático de cualquier evento socialmente cuestionable.

El «prusès», el «Ceta» y la abstención del P$OE - por Álvaro Felipe *

Casi todas las felonías legislativas de esta reciente etapa del PP en el poder, han coincidido con una conjunción en la constelación de las cortinas de humo, un lejano cúmulo galáctico que gravita en torno a un agujero negro que fagocita el conocimiento mediático de cualquier evento socialmente cuestionable.

En este caso la felonía que atrapó el agujero negro no fue exclusiva del PP; ha sido compartida con el silencio de los corderos de un P$OE que tras un vigoroso giro de 360º a la izquierda se quedó donde mismo estaba, en la autovía de la “Otan, de entrada NO”, justo en la primera salida de la rotonda, a mano derecha, por supuesto.

Dario Guijo, en un artículo publicado en saltodiario.com, acaba de acuñar el término “extremo centro”, una posición política extrema y extremista aunque sólo en un sentido estrictamente moral, que tiene entidad propia desde el momento en que renunció a ser el antiguo eje entre la izquierda y la derecha, para convertirse en un discurso ponderado, verdadero, normal, equilibrado, justo… y toda una suerte de epítetos “centrales”, tan lógicos que son tan incuestionables como inevitables.

El extremo centro sería totalitario y excluyente pero, ahí está su grandeza, lo es sobre la base de decir que es todo lo contrario. En la práctica apenas vendría a ser una franquicia de la derecha que pretende robar el espacio de los partidos socialdemócratas y progresistas, pero con ideas neoliberales radicales y etiquetas que pueden ser ocasionalmente asumibles por la derecha y la izquierda al mismo tiempo.

El “prusès” eclipsó en los medios que el CETA (Acuerdo Integral sobre Economía y Comercio) fue aprobado en el Senado español el pasado 27 de octubre. PP, Ciudadanos y PNV votaron a favor. El P$OE se abstuvo de forma radical, una postura típica del extremo centro. Por su parte, ERC y PdeCAT siquiera tuvieron el valor de abstenerse y se ausentaron de la votación. Sólo votaron en contra Unidos Podemos-En Comú-Podem y En Marea, así como EH-Bildu.

Pero en la práctica, como acaba de demostrar el P$OE canario en la votación sobre el reemplazo del director de la TVC, Santiago Negrín, abstenerse o ausentarse es ponerle el trasero en pompa a la derecha, nacionalista en esta ocasión. En el caso del CETA, el PP tenía mayoría en el Senado. En el caso del Parlamento de Canarias, CC no la tenía.

Las felonías del P$OE universal y canario le sitúan de lleno en el “extremo centro”. Desde ahí, Pedro Sánchez y Ángel Víctor Torres nos hacen un guiño para que sepamos, sin ambigüedades, que el P$OE es equidistante, ponderado y razonable; es el extremo centro que no dará ninguna explicación del motivo de sus abstenciones, no lo hará porque ellos son “inevitables”, “equilibrados”, “justos”… y también capaces de poner el trasero a CC y al PP a cambio  de pasar un ratito en sus respectivos pesebres, sí, eso también, pero lo hicieron con limpieza sin traicionar sus ideas, argumentos, promesas y principios, porque ellos no votaron a favor. Eso, jamás de los jamases.

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Álvaro Felipe

álvaro felipe hernández