Es curioso como nos dedicamos a sacar las uñas cuando leemos o escuchamos aquello que no deseamos leer o escuchar.

Vamos a ver, la que aquí escribe se define republicana aunque siempre respeté y respeto la monarquia. Al menos, la respetaba.

Creo que nos confundimos cuando pensamos, o mejor dicho muchos piensan, que se desea pegar una patada en el trasero de los monarcas actuales y los que ya están preparados, o eso dicen, que lo están.

Se está pidiendo un referéndum que no creo yo sea un atropello en plena " democracia ".

Pero es más, estoy convencida que si se llevara a cabo ese referéndum la monarquía ganaría la consulta.El porcentaje no lo sé, pero que lo ganaría, fijo.

Creo que dejo claro mi visión hacia la sociedad española. Todos pataleamos, pero a la hora de la verdad nos agachamos y seguimos tragando y tragando.

Miren, yo crecí al tiempo que Elena, Cristina y Felipe. Mis recuerdos de la infancia me llevan a recordarles enfrente de una televisión en blanco y negro, mirando pasmada lo guapos que eran tanto Cristina como Felipe. De Elena nunca pude pensar lo mismo.

Me gustaba verles. Me resultaban niños encantadores y encima educados. Yo era más brutita que ellos, evidentemente. Crecí en Usera, no en La Zarzuela.

A mí no me tocó votar nunca si quería o no tener a la monarquía ahí. No tenía edad para poder votarlo.

Ahora si me preguntan, digo que quiero que se me consulte, porque para eso estoy en un país que se dice llamar democrático.

¿ Qué tiene de malo que se consulte a la sociedad ?

Lo que sí es incoherente es que un partido que dice ser, de hecho lo es, al menos las siglas, republicano, venga ahora hasta presionando a los suyos para que apoyen al que será rey de España.

Pasamos al declive dentro de las filas del PSOE, porque del PP ni me molesto.

Una se queda de piedra, viendo como se buscan culpables de la pérdida de votantes en el PSOE.

Hablan de persecución hacia ellos, de que una nueva formación política les ha "robado"votos. Pero estoy esperando a que alguno de los cabecillas, incluídos aquellos que van por las cadenas de televisión o radios, reconozcan que su falta de señas de identidad aumenta de forma abrumadora.

Las señas de identidad las tenían y las tienen. Otra cosa es que no les interese. De hecho el PSOE era socialista y de izquierdas, y ahora es socialdemócrata y de centro izquierda. Como diría aquel: " Ni pa tí ni pa mí".

Pero es que a lo mejor también deberían hacer examen de conciencia y ver la corrupción que existe dentro de sus filas. Eso, por si no lo sabe Carmona, yo se lo digo, pasa factura en las urnas. Bien es cierto que al PP parece no afectarle mucho, pero es que la derecha es la que es. Pero¿ en un partido de izquierdas ?

Miren hacia Andalucía y valoren. Eso por no seguir escarbando y de momento siendo cauta en esta isla de Tenerife y resto de islas, que alguno ahí, y a la espera de juicios y demás. Evidentemente, la presunción de inocencia está por encima de todo hasta que los jueces dictaminen. Pero si lanzamos dardos contra la derecha por temas de corrupción, asegurémonos de estar libres de " pecado ".

Y pasamos al tema más reciente junto con la abdicación del rey:

Impresionantes las manifestaciones que se llevaron a cabo en todas las islas, así como el apoyo obtenido en diferentes puntos de España e incluso en el extranjero para decir que NO a las prospecciones petrolíferas.

De nada sirvió. Aunque creo que todos sabíamos que no iba a suponer un cambio de planes en un gobierno y un ministro,canario para más inri, cuya ambición no tiene límites.

No recuerdo en mis doce años en esta isla recordar una manifestación de tal dimensión.

Lo que sí me pregunto y por algún lado lo he puesto, si este rechazo por parte de algunos, es porque realmente el daño que le puede producir a las islas es irreparable, o porque los beneficios si los hubiera, no son proporcionales.

Lo que queda claro, es que las calles hablaron y aunque Soria y compañía sigan en su línea de golpe en la mesa, les hemos dado en toda la cara. Y evidentemente, esta guerra no ha terminado aunque sí se haya perdido la primera batalla.

Camina la historia sí, a golpes de atropellos, desilusiones y desconcierto. Pero, caminamos, y convencidos que vendrán tiempos mejores, porque para eso estamos millones de ciudadanas y ciudadanos dispuestos a cambiar el rumbo. Eso sí, siempre desde el respeto y de forma pacífica.

Nuestras mejores armas son y será, nuestras voces. Que a nadie se le olvide.