Buscar
jueves, 28 de marzo de 2024 09:57h.

Los agentes de la Unidad Popular - por Alejandro Floría Cortés

¿Quién participa de la Unidad Popular? El Pueblo. Todas y todos. Las individualidades deben adquirir conciencia de su responsabilidad en la participación y en la decisión. 

Los agentes de la Unidad Popular - por Alejandro Floría Cortés *

¿Quién participa de la Unidad Popular? El Pueblo. Todas y todos. Las individualidades deben adquirir conciencia de su responsabilidad en la participación y en la decisión. 

Y es el libre pensamiento el que abre la puerta a otro mundo posible por medio de la organización y la acción. 

Hay que potenciar en manifiestos y llamadas a la acción a ese alto porcentaje de electorado despolitizado y abstencionista y situarlo frente a su capacidad de transformación.

Son muchas las estructuras y organizaciones con fines sociales, políticos, ecológicos que pueden y deben contribuir a suscitar ese nuevo pensamiento en el individuo, apuntando a las problemáticas que nos atañan como Pueblo, demandando, proponiendo y ejecutando soluciones para las mismas.

Organizaciones estudiantiles, agrupaciones universitarias, colectivos juveniles, asociaciones de madres y padres de alumnos, asociaciones de vecinos, de comerciantes, de consumidores, agrupaciones culturales y profesionales, empleados públicos, sindicatos, mareas de todos los colores (sanidad, educación)  grupos ecologistas, animalistas, partidos políticos y sus juventudes, plataformas municipalistas, colectivos LGBTI, asociaciones para la recuperación de la memoria histórica, redes de solidaridad popular, colectivos de personas dependientes, asociaciones de parados, colectivos de mujeres por la igualdad de género, todas aquellas plataformas por la defensa de todos los derechos del Pueblo que las políticas de los últimos años han pretendido convertir en privilegios...

Tanto en común...

El Pueblo debe tomar conciencia de sí mismo y superar y desbordar los falsos límites de un sistema establecidos para el bienestar de una minoría con la connivencia de una representación irreal e ilegítima que no cumple el precepto de "mandar obedeciendo". 

Más aún, esa representación en las instituciones "obedece y obedece" a sus patrones y amenaza con blindarse en una reforma electoral insultando a la inteligencia, a la voluntad y a las necesidades del Pueblo.

El poder, el mal poder, ya ha manipulado el lenguaje otra vez, ya ha diseñado su falacia y ha acuñado el término "agrupación de perdedores" para despreciar y demonizar el surgimiento de nuevas formas de concebir nuestra sociedad y su organización.

Es por eso que el momento es ahora, que hay que desbordar sus expectativas antes de que construyan diques, que hay que superar las fronteras que nos imponen antes de que levanten muros aún más altos.

Es el momento de la Unidad Popular y de su expresión en una alternativa electoral real.

* En La casa de mi tía por gentileza del autor