¿El alcalde Cardona quiere continuar? - por Manuel Zarrabeitía *

Veamos algo del historial político de Cardona. Comenzó siendo concejal de Urbanismo con el alcalde Soria, hace unos diez años, precursor de los bolardos ilegales como el fiscal Gallardón en Madrid, invadió con miles  la capital y en la campaña electoral anterior prometió eliminar barreras físicas, hileras de bolardos, para hacer mejor accesible la capital, en favor de los ciudadanos, sobre todo de invidentes y discapacitados, fue totalmente incumplido en su mandato. 

Y ya nombrado alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, siguió su ilegal invasión de bolardos y rayas amarillas hasta en aparcamientos ilegales de plazas, como las del Banco España y Gobierno Militar junto mismo a semáforos y pasos de peatones, rayas que se ordenaron sustituir por rayas blancas hace 30 años, sin eliminar. También se invadieron con rayas amarillas y bordillos, propio de irresponsables e incompetentes, la calle de Alicante, de 'dominio' de la Guardia Civil por sus edificios, tal que, ni los coches oficiales y los particulares de guardias civiles pueden entrar en los edificios oficiales sin rebasar la raya amarilla y bordillos, con excepción en el edificio del Frontex que ha sido eliminada la raya amarilla unos 6 metros, donde se cometen cientos de infracciones diarias, de forma ininterrumpida, ya que no pueden autorizarse tales entradas en el perímetro de una rotonda por impedirlo normas elementales de Tráfico y Urbanismo. 
Siguió la 'brillante' actuación de Cardona la invasión de bolardos ilegales con el esperpento del tramo peatonal de Mesa y López, con chiringuitos ilegales y un carril-bus también ilegal blindado de bolardos ilegales que no permite adelantar ni en caso de peligro, por donde circulan a diario más de 400 guaguas amarillas y azules, prohibidas por la contaminación en las capitales europeas desde hace más de 4 años y en dicho tramo semipeatonal según Cardona se iban a instalar cafeterías y restaurantes.

Cree Cardona que lo tiene fácil para repetir y persigue incluir nuestra capital invadida de bolardos, en la red de ciudades como Nueva York, Londres, Tokio y Singapur. La ciudad le queda grande como ha dicho en la prensa el concejal Hidalgo, del Plan de Internacionalización ni existe ningún documento.

 ¿Ha visto Cardona el acceso de San José a San Juan, tercermundista, no de una ciudad del siglo XXI con la que sueña Cardona? Este acceso, más que vergonzoso es lamentable, pues dio lugar a personas contusionadas por caídas y debe ser acondicionado de inmediato. Y qué más vamos a decir de Cardona, afanado en rebajar 66 puntos de aceras en la intersección de León y Castillo con Pi Margall y no es capaz de rebajar un bordillo de 20 cms de altura en la calle Tarragona, que le han pedido varios vecinos, sobre todo, algunos invidentes y discapacitados, por un embaldosado de muchos años que nunca debió consentir el Ayuntamiento, como el tramo contiguo de maleza y suciedad abandonado de limpieza totalmente.

El alcalde Cardona y Soría debieron presentar la dimisión de sus cargos por la invasión de bolardos y rayas amarillas ilegales, pues cometieron un despilfarro de fondos públicos, malversación y prevaricación, obligados a reintegrar los gastos devengados de lo que nunca se debió realizar, pues, además, no se podía pagar con fondos públicos por ser ilegal.

Vergonzoso, que Cardona haya seguido la invasión de bolardos en la capital hasta en los semáforos y pasos de peatones lejos de evitarse su eliminación ni en 10 años, se ha ampliado, reciente hasta 8 bolardos los 2 anteriores en cada semáforo, ¿es propio de un alcalde licenciado en Derecho? Señor Cardona, los bolardos son ilegales, en general, no están previstos ni nombrados en ningún texto legal de Tráfico y Seguridad Vial para no aparcar o invadir espacios públicos y deben eliminarse de inmediato, lo mismo  que todas las hileras de bolardos, sustituidas por rayas continuas blancas de igual longitud que las hileras.

Que tome nota el Sr. General de la Guardia Civil de las rayas amarillas de la calle Alicante que ya se le repitió, para su eliminación de dichas rayas y bordillos amarillos, son totalmente incompatibles con la raya continua blanca. Nada menos que unos 300 metros de bordillo de ambas aceras en un tramo de unos 200 m. lineales, una aberración y en las entradas de edificios oficiales, entre ellos los Cuarteles  no está previsto ninguna raya continua. Sorprendente en la Guardia Civil, siempre ejemplares cumplidores de las normas legales. 

* Publicado con autorización del autor