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jueves, 25 de abril de 2024 08:10h.

Ambrosio Jiménez - por Omar Batista

Cuando hablamos de corrupción siempre hay dos partes. La que trabaja para la parte pública y la que trabaja para la parte privada.

Ambrosio Jiménez - por Omar Batista *

Cuando hablamos de corrupción siempre hay dos partes. La que trabaja para la parte pública y la que trabaja para la parte privada. Por todos es conocido en la isla que te va a ir mejor si estás cerca del poder, incluso con el carnet del partido en mano, que si no. Valga la reflexión que me hizo un tipo que probablemente sea de los empresarios más exitosos (en términos relativos) de Tenerife, me decía que en Gran Canaria había más libertad de empresa porque básicamente no llevaba gobernando la isla la misma mafia desde el año 1978 - ya se pueden imaginar que antes de esa fecha estaban los mismos pero no electos - en tanto que ATI (CC) en sus orígenes proviene en su gran mayoría de cuadros - en palabras de Fernando López Aguilar - de "rescoldos de la política local del franquismo tardío". Sí, se pasó de defensor del Régimen a defensor de "Lo nuestro", dos relatos culturales muy fuertes, que el pueblo tragó. Y ahí seguimos, sin lo nuestro y con lo de ellos. 

Conscientes de ello, y probablemente rodeados de toda esa estructura clientelar que representan, al sol del relato cultural de que ser empresario es envidiable, de que todo lo que haga un hombre que se ha "hecho a si mismo" tiene carta blanca, patente de corso que se dice, nadie va a odiar a este hombre por habernos herido moral y legalmente, porque no es un ciudadano de clase social media cometiendo delitos de supervivencia, o inmigrante robandote el movil en los bares de La Laguna, a esos si les odias, y con ganas. 

Uno lee noticias así, y prefiere caer automáticamente en la resignación, en el "es lo que hay", la mayoría entiende que somos menos que ellos y que además están ahí porque se lo merecen. De hecho muchos tendrán como objetivo para solucionar este problemilla buscar querer ser como ellos, envidiar a los ladrones no se que en que te convierte, ladrones de la gente común que va a trabajar todos los días, que vota pensando que no le van a levantar un euro, gente que paga sus impuestos religiosamente y bien altos, gente honrada que es fuerte y se quiere, y no cae en la misma que quieren todos estos enemigos de lo público. 

Este es uno de los empresarios tipo de Tenerife. Todo eso que hay montado por Los Majuelos? Es de él. Se declara franquista, adora a Fernando Clavijo y a su nueva Ley del Suelo, que bien protege los privilegios de la minoría. Está orgulloso de salir en los papeles de Bárcenas y además es una persona considerada en la isla, nadie le va a subir el labio, son pocos a los que les importará esto, aunque estoy seguro de que cada día, de a poco somos más los que creemos en la justicia y en las cosas bien hechas, enfrentándonos a este tipo de personajes como buenamente podemos. Porque si no es la gente común la que cambie esto no va a venir nadie a salvarnos. 

Que personas como esta se aprovechen de su posición puedo entenderlo, pero que la gente normal y corriente no se plante y se una cambiando la actitud tal y como hemos visto en Taucho y La Esperanza recientemente es lo que me cuesta más de asimilar.

* En La casa de mi tía por gentileza de Omar Batista