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viernes, 29 de marzo de 2024 00:12h.

Asco y vergüenza de ser español - por Joaquín Hernández

Si, esto es lo que he sentido al leer la noticia del encarcelamiento de Abou y Fatima, asco de ser español. Abou es un emigrante, da lo mismo su origen y su color, Abou es uno de los miles de emigrantes que llegaron a las playas de una de las siete Islas Canarias huyendo del hambre y la miseria, uno de los miles que preferían morir en las aguas del Océano Atlántico antes que hacerlo de hambre y miseria en su África natal.

Asco y vergüenza de ser español   - por Joaquín Hernández *

EL BAR DE PEPE

Si, esto es lo que he sentido al leer la noticia del encarcelamiento de Abou y Fatima, asco de ser español. Abou es un emigrante, da lo mismo su origen y su color, Abou es uno de los miles de emigrantes que llegaron a las playas de una de las siete Islas Canarias huyendo del hambre y la miseria, uno de los miles que preferían morir en las aguas del Océano Atlántico antes que hacerlo de hambre y miseria en su África natal.

Abou abandonó su familia para  ir a un país  europeo, un país de la gran Unión Europea, donde los “derechos humanos” no se cuestionan, donde la “dignidad del ser humano” está por encima de todas las leyes. Abou quería ser europeo y vivir en Europa, por eso trabajó con todas sus fuerzas para lograr un presente que le permitiera la llamada a su familia, a su hijo. Con un contrato indefinido y un sueldo mensual de 1.200 euros creyó llegado el momento  de traer al pequeño Abou, pero, como siempre, la “burrocracia” negó la agrupación familiar, por lo visto el tope  de ingresos del padre y tutor tenía que ser superior a los 1.250 euros mes.

De manera que el sueldo de Abou casi doblaba el sueldo interprofesional mínimo español pero aun siendo así no se le permitía traer a su familia. Desesperado busco la solución que alguien le dijo y sin encomendarse a nadie introdujo a su pequeño en una maleta y el resto ya lo conocen ustedes.

Lo asqueroso de todo este asunto es que la titular del juzgado de instrucción número 5 de Ceuta ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para el padre del niño de 8 años acusado de un delito sobre los derechos de los ciudadanos extranjeros. O sea que se le aplica el Código Penal con el mismo rigor que si se tratase de un traficante de personas.

El artículo 318 bis dice:

1) El que, directa o indirectamente, promueva, favorezca o facilite el tráfico ilegal o la inmigración clandestina de personas desde, en tránsito o con destino a España, o con destino a otro país de la Unión Europea, será castigado con la pena de cuatro a ocho años de prisión.

2)  Los que realicen las conductas descritas en el apartado anterior con ánimo de lucro o empleando violencia, intimidación, engaño, o abusando de una situación de superioridad o de especial vulnerabilidad de la víctima, o poniendo en peligro la vida, la salud o la integridad de las personas, serán castigados con las penas en su mitad superior. Si la víctima fuera menor de edad o incapaz, serán castigados con las penas superiores en grado a las previstas en el apartado anterior.

En éste caso no existe la condición del ánimo de lucro, no se emplea violencia ni engaño, ni siquiera se pone en peligro la vida del menor. Aquí solo se trata de un padre ansioso de tener a su hijo de 8 años con él, de librarlo del hambre y la miseria de un país hundido en la hambruna.

Las leyes tienen que ser, ante todo, justas y equilibradas, razonadas e interpretadas en su medida. Encarcelar a un padre por amor a sus hijos me parece esperpéntico diga quien lo diga. Los jueces y juezas de nuestro sistema judicial no se pueden permitir la aplicación textual de una Ley por muy Orgánica que se quiera, máxime cuando estará vigente hasta el próximo 1 de julio de 2015. Si esto ocurriera no necesitaríamos para nada la judicatura, en todo caso necesitaríamos robots con un programa especial que recoja el Código Penal y  condene basándose estrictamente en el texto legal.

Numerosas asociaciones de emigrantes y prestigiosos juristas están solicitando la excarcelación de Abou.

Todo esto sucede cuando personajes como el Sr. Blesa o Rato, o la ex alcaldesa de Alicante, Urdangarin, la Infanta Cristina, todo la cúpula del PP, y así cientos de políticos corruptos y presuntos mangantes se pasean por la Castellana en Madrid o los Pujol y compañía por las Ramblas de Barcelona. La Justicia no es igual para todos, en España solo van al trullo los parias.

*Tomado de SAN BORONDÓN

http://www.sanborondon.info/content/view/67439/1/