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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Atentados en Bruselas: carta abierta a Mario Benedetti.

REALIDAD CASI HUMO JUAN CARLOS BATISTA

Es tan fácil Querido Mario

Atentados en Bruselas: carta abierta a Mario Benedetti


Es tan fácil Querido Mario.
Es tan fácil atarse a un paquete bomba, depositar un bolso lleno de explosivos
Porque te regalaron por ello un viaje hacia Dios y las huríes.
Es tan fácil dejar crecer la Hidra en los barrios de nuestras ciudades,
Y no hacer nada, mirar cómo nos podrimos en el odio supurado. 
Es tan fácil dejar que unos hombres inyecten veneno contra el Otro,
Sobre todo cuando unos otros se lo pusieron tan fácil.
Quince años casi pasaron desde aquel 11 S
Fue tan fácil inventarse Irak después de Afganistán
Fue tan fácil entonces justificar el horror y la indignidad
Añadir más controles, mordisquear sin tregua nuestra libertad
Fue tan fácil. Nos acostumbramos. Y perdimos todos.
Dicen que éstos odian nuestra sociedad, nuestra democracia y nuestros valores.
¿Qué valores Querido Mario?
¿La hipocresía de aquellos que se alían con Arabia Saudí?
¿La mofa de la ONU con sus resoluciones de pacotilla con Palestina?
¿Qué valores? ¿Las de una Unión Europea que acaba de abandonar a su suerte a miles de refugiados?
¿El valor de convertir en 24h campos de acogida en campos de detención?
¿Valores? ¿Él de vender armas a los que hoy condenamos y continuar haciéndolo mientras lloramos?
Es tan fácil Querido Mario.
Es tan fácil confundirnos, dejarnos confundir y mezclarlo todo.
Es tan fácil olvidar. Olvidar que en dos meses en Turquía hubo más de 50 muertos, que hace justo un mes murieron 155 sirios, en diferentes atentados.
Y no pasó nada, casi no se dijo nada. Será que pensamos que éstos se lo guisan y se lo comen.
A ritmo acelerado vamos cambiando la bandera sobre la que ponemos nuestro lacito negro.
Querido Mario, estamos tan confundidos, tan desbordados, que hasta escogimos a Tintín, un exponente del racismo de la época colonial, como símbolo de nuestro dolor.
Alimentan nuestros miedos, nos quieren atrincherados para defendernos del Otro
Y seguir con sus sucios negocios, su depredación, sus mezquinas alianzas.
Defender la alegría como una trinchera.
Es tan difícil Querido Mario.
No se entiende por qué nos pusimos tan contentos cuando cayó aquel muro
Si desde entonces construyeron tantos otros.
Querido Mario perdóname por perturbar tu paz en tu retiro
Pero esta mañana abrí los ojos y no sabía dónde está la alegría
No sabía cómo se camina, no sabía hacia dónde seguir 
Entonces pensé en ti y recordé estos versos tuyos:
Defender la alegría como una trinchera
… defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte…
Te prometo hacerlo.


Anónimo

Ilustración: Juan Carlos Batista. De su exposición "Realidad casi humo"

Tomado del muro de FACEBOOK de Ramón Afonso