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jueves, 25 de abril de 2024 23:36h.

Entre el aula universitaria y la realidad política - por Nicolás Guerra Aguiar

 

FRASE GUERRA

 





Entre el aula universitaria y la realidad política - por Nicolás Guerra Aguiar *

 

Efectivamente: tal como lo pregonó días atrás el mismo secretario general de Podemos durante la Tercera Asamblea Ciudadana, el partido del señor Iglesias ha tenido impactantes altibajos a lo largo y ancho de su primer sexenio. Lo cual, claro, tampoco es novedoso: una cosa es la serenidad del aula en donde el profesor dirige, organiza y programa y otra bien distinta la realidad de la calle. 

   Y por una calle - cloaca, bien es cierto, se desenvolvieron determinadas personas protegidas por la todopoderosa maquinaria de algún sector político - policial  empeñado en el desprestigio colectivo y personal de quienes habían iniciado Podemos. Recordemos el panfletario “Informe PISA” -acrónimo de Pablo Iglesias, S.A.-, cuyo penúltimo apartado se titula “Entramado de financiación de Pablo Iglesias y Podemos”. 

   Todo valía con tal de vincular al neonato partido con bolivarianos, afganos, iraníes, ángeles rebeldes de Lucifer, oro de Moscú, asalto a la embajada española en Portugal (1975)... Incluso resultó sospechoso tras el hundimiento del acorazado norteamericano Maine (1898): este voló por los aires en el puerto de la Habana tras el sabotaje perpetrado por hordas podemito-marxistas. Tal sabotaje forzó a EE UU a intervenir en la descolonización de Cuba, lo cual allanó el camino para el triunfo de la Revolución castrista (1959). 

   Pero en esa misma Asamblea Ciudadana del pasado domingo el señor Iglesias esboza para su futura discusión impactos a planteamientos éticos defendidos desde los orígenes del partido: la no perpetuación en los cargos, por ejemplo, es uno de ellos. Así, el Documento Ético aprobado casi desde el nacimiento de Podemos fija en ocho años -excepcionalmente, doce- la permanencia en puestos de alta responsabilidad, lo cual entra en contradicción con su propuesta: suspender la sabia norma cuando se trate, por ejemplo, de la Secretaría General y el Consejo Ciudadano Estatal -Un Podemos Contigo- (diario Público),  es decir, el centro neurálgico del poder. 

   Obviamente, la propuesta será sometida a votación y aprobada. Pero… ¿es válida desde un punto de vista rigurosamente ético? Por seriedad, nobles principios ideológicos, pacífica revolución de las estructuras políticas y absoluta renovación frente a conservadoras tradiciones, tal limitación en los cargos es esencia primera de Podemos. (El camarada Leonid Brézhnev, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, ejerció el omnímodo poder entre 1964 y 1982, año de su muerte, y fue siempre aplaudido por el Politburó, el Comité Central y el Congreso, estómagos agradecidos.) 

   El equipo del señor Iglesias, además, pretende romper otro cordón umbilical (el honesto servicio a la comunidad) presente en su Documento Ético que lo diferencia de quienes han profesionalizado la noble función política. Así, si hasta el momento los sueldos de cargos públicos y orgánicos del partido no pueden sobrepasar más de tres veces el salario mínimo interprofesional (SMI), la realidad será otra si la propuesta de su derogación es aprobada: ”El compromiso deja de ser un marco de referencia válido”, argumentan, "ante la perspectiva de que este [SMI] continúe aumentando". 

   Y según los datos obtenidos en la página salariominimointerprofesional.es, su cuantía se detalla de la siguiente manera: salario mínimo diario, 31,66 euros; mínimo mensual, 950,00. Por tanto, al multiplicar por tres estas cantidades una señoría de Podemos debe cobrar un máximo de 2850 euros mensuales. Para abc.es/economia, cada parlamentario tiene una asignación fija de 2813,87 euros al mes. Por tanto, ¿lo comido por lo servido?

   Pero medio a escondidas hay un apartado: el de dietas y complementos según el cargo que ocupa una señoría. Así (abc. 3/12/16), la nómina mensual de la anterior presidenta del Congreso (señora Pastor, Partido Popular) ascendió a 12 000 (doce mil) euros. Y la del señor Iglesias (la misma fecha) se remontaba a casi 5000, es decir, 1500 más del límite marcado en el Documento Ético…  que se pretende anular. 

   Por otra parte, sospecho que el señor Iglesias ha evolucionado sobre la Jefatura del Estado desde su llegada a la vicepresidencia del Gobierno y, por tanto, con fácil acceso a los entresijos de los secretos de Estado. Fue en 2018 (siglos atrás, tal parece) cuando escribió en Twitter un comentario: “Sospecho que el Jefe del Estado ya se está arrepintiendo de haber hecho caso a los cretinos que le dijeron que el 1-O sería su 23-F. Cuando la monarquía solo representa a la derecha se ve claramente su agotamiento histórico”. 

   Sin embargo, un año después garantiza la buena salud de la monarquía española: “No está en crisis”. (¿ Qué ha sucedido en este corto espacio de tiempo para que el profesor de Ciencias Políticas, republicano y de izquierdas, elogie la intervención de Leonor, hija del rey, con un discurso en catalán “que sentó bien en Cataluña aunque no todos lo reconozcan”? ¿Republimonarquía?) 

   El señor Iglesias, como ciudadano español con todos sus derechos, puede vivir donde sus posibilidades económicas le permitan. Sin embargo, impactó socialmente la adquisición de una muy holgada vivienda no común entre profesores ni, mucho menos, al alcance de la inmensa mayoría de paisanos. Quienes lo tienen en su punto de mira no pueden pretender que viva bajo un puente, pero cierta ideología impone determinados comportamientos para establecer coherencias entre lo pregonado y lo vivido, más si se habla en nombre de sectores sociales poco o nada favorecidos.

   Cuarenta años atrás le escuché al señor Mauricio Rodríguez -”cráneo privilegiado”- dos frases premonitorias, algo así como “La política solo puede hacerse desde el poder” y “La oposición es la impotencia política”. Vislumbré que defendía la política de pactos no ya con grupos afines sino, incluso, con algunos más lejanos desde el punto de vista ideológico. 

   ¿Así lo entiende hoy el señor Iglesias? No obstante, llega a más: debe engullir sapos “porque la política implica tragarse sapos". Pero si el anfibio de Los Chalchaleros está inútilmente embrujado “de amor / por la luna”, ¿qué seduce al señor Iglesias?  

   (Por cierto: cuando se redactó el “Informe PISA” gobernaba el ppartido del señor Antona, hoy metamorfoseada señoría: de parlamentario autonómico a senador… ¿a cambio de qué?) 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Nicolás Guerra Aguiar

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