Fuera la corona parásita, viva la república
Botellazos y parasitazos. (hay jóvenes y jóvenes) - por Maribel Santana
Botellazos y parasitazos. ( hay jóvenes y jóvenes) - por Maribel Santana, activista, historiadora
Hace ya un buen tiempo que nos brindan los medios del poder con imágenes sobre el desorden de los jóvenes que practican el “botellazo” y que visto así como especie de amenaza para la sociedad, malas conductas, hábitos, borracheras, broncas, suciedad, salvajismo y otros aspectos nos llevan a entender que la gran mayoría son niños maleducados, caprichosos sin consideración, hedonistas y otros rasgos, además por lo que supone el peligro sobre todo la covid-19
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Aquí no se profundiza, porque la memoria tiene las patas muy cortas y el análisis está muy caro. Que son hijos de lo más hondo y profundo de las entrañas de un país castigado por el paro, los desahucios, el hambre y 12 millones de personas en exclusión social, o sea, un 25 por ciento de la sociedad española.
España es el sexto país de los 28 que forman la unidad europea que mayor índice de pobreza alcanza.
Que los botellazos, acabaran siendo al estilo caracazo, que son salidas de desesperados, de unos jóvenes que no cuentan con un porvenir, con un fracaso desde lo escolar, laboral, aunque muchos son estudiantes, pero pobres claro, atrapados entre sus hogares miserables, sus familias pobres, sin tener a donde ir en fin un circuito de miserabilidades que por algún lado tiene que explotar.
Estos pequeños miserables que no son capaces de pensar, pues no tienen conciencia de clase y menos política para poder analizar lo que hay (cuando les preguntan solo dicen que están divirtiéndose y que quieren bailar y beber como si esa fuera la única meta en la vida).
Estos además sin ninguna organización presente comprometida que les pueda alumbrar o encausar una lucha contra lo que hay, contra el régimen establecido del neoliberalismo radical, de los gobiernos progres que no nos representan y nos aplastan, del consumo imbécil y del engaño de que hay salidas y hasta “dinero” para que se independicen y otras majaderías.
Claro, ¿qué hacer frente a estas condiciones? Pero las calles son buenas para un aprendizaje y toma de conciencia, la lucha por el botellón se puede convertir en otra filosofía y es precisamente ahí donde les tienen miedo.
Los han dejado que se desfoguen, para paliar el descontento, pero ya se les hace cuesta arriba el desorden, los cuerpos represivos del régimen ya no dan, dentro de poco llamarán al ejercito si así es necesario.
Es el pequeño lumpen que crea estas sociedades, que se dicen socialdemócratas pero ni por asomo lo son, ya nos hubiéramos conformado hasta con esto.
Pero no todos son como los privilegiados, al estilo, por ejemplo, de los Borbones, y su saga, que viven de la sangre de los que trabajan.
Aquí viven como reyes, nunca mejor dicho, a cuerpo de reyes, robando el padre, el hijo y el espíritu santo a cuenta de que la corona es inviolable y suma y sigue mientras los cuadros negros de Goya aun vigentes, no cesan de reflejar la locura de esta España cañí.
Nos hemos enterado por la prensa de todos los colores, que la Borbona, nieta del Emérito y sobrina de Felipe el Rey, Victoria Federica, se ha emancipado con 21 añitos, sin necesidad de trabajar, pues nació también con el aura colocado por Dios.
Esta parasita social, que está chupando igualmente de las sangres de los que trabajan, al calor de los escándalos financieros del abuelo y el sueldo y dietas que cobran de las arcas públicas, no se corta un pelito con la que está cayendo, pero pensamos que no se corta porque está apoyada por el régimen, la iglesia, el gobierno mas progre del universo y los fascistas en general. Puesto que viven en otro mundo, no se percatan del que realmente existe.
La niña sin haber dado golpe, alquila una vivienda en la Castellana, zona de ricos, de los más ricos, de 500 metros cuadrados y le cuesta la friolera cifra al mes de 5 mil euros, mientras los jóvenes españoles se emancipan y los que pueden a los 30 años y las familias desahuciadas de sus moradas con ancianos y niños pequeños.
Estos nietitos viven a golpe de tarjetas Black y hasta de blanqueos de dinero por compras de caballos y otros. Ya su madre, la infanta Elena, puteaba a la guardia que les protegía pues le tenían como auténticos criados, que les mandaban hasta a comprar comida y otros mandados que nada que ver con la labor de estos guardias. Pero donde hay Borbonado todo es inviolable y bendecido.
Pero no importa, le seguiremos pagando los vicios y la gran vidorra este pueblo de alienados, hambreado e ignorantados.
Fuera la corona parásita, viva la república.
* La casa de mi tía agradece la gentileza de Maribel Santana