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sábado, 20 de abril de 2024 00:21h.

Busque, compare y si le ofrecen a Garzón, vótele - por Alejandro Floría Cortés

Como se lo digo. Quizás lo escuchó ayer por la noche en Televisión Española. Claro, conciso, rotundo. Ya ha podido comprobar que maneja conceptos y medidas que a otras formaciones ni se les pasaría por la cabeza. ¿Que cómo puede ser semejante cosa? Porque su punto de vista es otro: el de las personas. Con todas sus dimensiones y necesidades.

Busque, compare y si le ofrecen a Garzón, vótele - por Alejandro Floría Cortés *

Como se lo digo. Quizás lo escuchó ayer por la noche en Televisión Española. Claro, conciso, rotundo. Ya ha podido comprobar que maneja conceptos y medidas que a otras formaciones ni se les pasaría por la cabeza. ¿Que cómo puede ser semejante cosa? Porque su punto de vista es otro: el de las personas. Con todas sus dimensiones y necesidades.

Desde esta perspectiva no se pretende agradar a los mercados, ni a la CEOE de Rosell, ni a la Troika, ni a la OTAN,... Unidad Popular, con Alberto Garzón a la cabeza, prevé desarrollar y ejecutar un conjunto de políticas y, especialmente, una economía orientadas a las personas.Para ellas, por ellas y con ellas. Sin exclusiones ni delegación forzosa en “élites intelectuales”. Participación y democracia directa.Prioridades inequívocas.

No, aquí no hay nada de temeridad. Las medidas están estudiadas y aquilatadas, diría incluso que son muy humildes. Y si no se deja condicionar por el discurso falaz e hipócrita del bipartidismo, y el de sus “nuevas bifurcaciones”, advertirá que para hacerlas realidad hay que empezar por una voluntad política nada traumática. 

Como debe ser, hay más trabajo que electoralismo. Unidad Popular sigue ahí el día después, el 21 de diciembre de 2015. Hay que tomarse tiempo en los cimientos antes que coronar la cubierta con el banderín, como pretenden resolver las mal llamadas formaciones emergentes. En el debate, mientras algunos insinuaban medidas, Garzón explicaba, hasta donde le permitía el tiempo, el porqué y el cómo de las de Unidad Popular. En la razón y en la construcción está el realismo y la convicción.

Aquí se evidencia la gran diferencia de enfoque con cualquier formación, especialmente Podemos y Ciudadanos. Ayer por la noche Íñigo Errejón sonaba como un eco incompleto de Alberto Garzón, y era perfectamente consciente de ello porque no mostraba convicción en un discurso memorizado, siempre buscando el equilibrio y la equidistancia, la sobada transversalidad mata-ideas que, con tantas fuerzas presentes en el debate, no encontraba su lugar.

Una transversalidad tibia y de baja densidad con un discurso repleto de posibilidades intencionadamente omitidas. Alto nivel de suposición, bajo nivel de explicitación. Mala receta para construir un país, que también es del gusto de Ciudadanos. Suficiente para un lavado de cara. Alberto Garzón va mucho más allá y resulta evidente en cada intervención en la que la potencia y la coherencia del discurso dejan un espacio para el apasionamiento. 

Una emoción contenida que nada tiene que ver con la autosuficiencia premeditada de nacionalistas catalanes y vascos, ni el tedioso “y tú más” del Partido Socialista, ni el egótico “y nosotros más” de Podemos o Ciudadanos, ni mucho menos con la autocomplacencia del Partido Popular a través de bailes de cifras que nada tienen que ver con la economía real.

Busque, compare y si le ofrecen a Garzón, vótele. El “programa, programa, programa” está aquí, en Unidad Popular, como seguramente lo echaba de menos. Porque no se pierde tiempo en el espectáculo, porque no se pierde de vista ni el propósito ni las prioridades. Porque sobran los motivos.

* En La casa de mi tía por gentileza de Alejandro Floría Cortés