Cálida presentación del libro de A. Aguado - por Erasmo Quintana *

El pasado 14 de abril se cumplía el 87º Aniversario de la Proclamación de la II República Española, efeméride que quiso aprovechar Antonio Aguado para presentar en la magnífica sede de la Fundación Juan Negrín, en la calle Reyes Católicos de Las Palmas de Gran Canaria, su primer libro que titula “Desde la coherencia. Democracia, socialismo y República”, de Ediciones Idea, Colección La Quinta Columna, que dirige Francisco Pomares. El libro, en cuya primera página aparece un Prólogo de su buen amigo y compañero Juan Fernando López Aguilar, se cierra con un A modo de epílogo, firmado por mí, y está compuesto de una cuidada selección de artículos que le han venido publicando el periódico de tirada nacional Diario16 y el digital canario La casa de mi tía.

No descubro nada si digo que en este libro -su ópera prima-, con una adecuada, oportuna y bella portada de clara referencia a la República, se encuentra el veterano socialista en su esencia pura. Todo su corpus, del principio a la última página destila un alto idealismo progresista, un hondo sentimiento humanista y largo desprendimiento personal, lejos de toda afectación de aprovechamiento insolidario. Entre líneas adivinamos que lo único que le interesa y mueve al autor es la rectitud de intenciones de lo que se hace en política; el acatamiento a las reglas y normas básicas que emanan de los Estatutos orgánicos; la seriedad e integridad a ultranza; el ejemplo personal y la correcta actividad pública que se hace en las Instituciones públicas desde y en nombre de su partido. En todo esto, Antonio  Aguado es un radical intransigente. Sabemos que por esto se hace antipático a los que se aprovechan de la coyuntura en forma de eternos cargos públicos; y no únicamente por ello lo detestan, sino que lo destrozan criticándolo inmisericordemente con el boca a boca soterrado entre sus adláteres.

A Antonio hay que comprenderle. A él le tiene sin cuidado las personas que integran la organización. Lo que en verdad le interesa es el partido; que las que estén allí dirigiéndolo lo conviertan en un verdadero instrumento para cambiar la sociedad. Que el PSOE retorne a sus orígenes y principios fundacionales, con ese toque de necesaria utopía -ésta ha sido siempre el motor que ha cambiado el Mundo-, al tiempo que dejando el posibilismo para aquéllos partidos que quieren instrumentalizar la precariedad y necesidad de la gente en su propio beneficio. Sueña con dignificar la política española, ésa que los políticos han encanallado tanto, en todos los sentidos, en los últimos tiempos.

El acto de presentación del libro fue todo un éxito, con un lleno hasta la bandera. Allí estaban con él, presidiendo la mesa, el historiador Ángel Viñas, hijo adoptivo de Las Palmas, cuya  intervención tuvo que ver con la geoestrategia de las grandes potencias y los problemas actuales de la socialdemocracia. Magistral, como siempre. A su lado, el exFiscal General del Estado, Eligio Hernandez, que con una destacada intervención, situó a la audiencia en los importantes hitos históricos patrios que él tan bien domina. Al lado de Antonio, el europarlamentario y prologuista, Juan Fernando López Aguilar, cuya intervención fue redundar en el contenido de su aportación del prólogo, en el que sin hacer concesiones fáciles, desborda sinceridad cuando se refiere a Aguado, al que le reconoce ejemplaridad y dureza en la defensa de sus ideas y cada uno de sus postulados auténticamente progresistas. Paco Pomares, el editor, arrancó sonrisas contando más de una anécdota de la preparación del libro y su autor. Cerró Antonio dando las claves que hicieron posible el libro, al tiempo que -siempre Antonio Aguado- aprovechó para quejarse del poco caso que le hacen sus propios compañeros concejales, que ni siquiera le cogen el teléfono. Del alcalde Augusto Hidalgo, allí presente, sin embargo afirmó que si no puede atenderlo en el momento, siempre se pone en contacto con él en cuanto puede.

El tiempo quiso sabotear el acto, celebrado en el patio central y presidido por una gran banderola con la efigie del principal republicano, Juan Negrín López, cuando empezó a caer una fina lluvia, pero con poco éxito, porque la asistencia aguantó sin moverse de sus asientos. La grata sorpresa fue, tanto del autor como del editor, que el libro se agotó el mismo día de su presentación, por lo que ya está en marcha una segunda edición.          

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana y se suma a las abundantes felicitaciones a Antonio Aguado por el feliz parto