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viernes, 19 de abril de 2024 10:24h.

Pues eso, ya

Ya - por Carlota Darias

 

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Ya - por Carlota Darias *

 

Estaba hablando el otro día con mi madre y con una expresión desenfadada perdió la mirada en un momento y me dijo que los “ya” duelen un montón. Que qué innecesarios son, dijo. Qué manía con que la gente diga “ya”.

Ya: adverbio. Según la RAE, existen muchas acepciones. Según mi madre, la que duele habla de un “tiempo u ocasión finalizada”. Cuando mi abuela murió gracias a que la sedaron (física y fisiológicamente, porque el dolor hacia tiempo que le había arrebatada la persona que era), una de mis tías miró a mi madre, que era la única que no se había percatado de lo que ocurría y le dijo: “Ya”. ¿Cómo que ya? Pues eso, ya.

Mi abuela ya no está presente pero su ausencia ha implicado siempre mucho más que un simple “ya”. La finalización que sucumbe el significado del “ya” atrapó a mi madre en aquellas paredes blancas que ya en aquel momento cerraban cada vez más el habitáculo del hospital donde falleció mi abuela. Ya pasó.

Y como todos los “ya” que seguirán pasando al ritmo de cada día, sin que hagamos especial apreciación, prefiero quedarme con aquellos con trasfondo y visión prospectiva positiva: ya pasó, ya no duele, ya olvidó. Perdono, ya, todos aquellos que hicieron que no pudiera despedirme de mi abuela, los “ya” que han hecho que no vuelva a confiar en las personas de la misma forma en la que lo hacía antes, los que ya no me quitan el sueño. Transformo los “ya” en otra de las variadas acepciones que aparecen en el diccionario: ocasión futura. Porque ya hay suficientes que duelen toda la vida y a esos, hay que dejar de alimentarlos ya.

 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Carlota Darias

 

CARLOTA DARIAS DORTA
CARLOTA DARIAS DORTA

 

MANCHETA JULIO 22