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jueves, 25 de abril de 2024 04:14h.

Celebración de la codicia - por Francisco González Tejera

La inmoralidad de gastarse casi un millón de euros en el desfile del próximo 15 de Octubre en Madrid pone los pelos de punta, un despilfarro más de los miles, que parte de las mentes siniestras que gobiernan este país con mano de hierro para destruir las vidas de las personas honradas, recortar derechos, privatizar servicios públicos esenciales, generando en pleno 2015 que cuatro millones de niños y niñas estén pasando hambre, que gran parte de la ciudadanía no llegue a final de mes, que cientos de miles de enfermos en situación de dependencia hayan muerto en pocos meses por la retirada criminal de sus constitucionales ayudas.

Celebración de la codicia - por Francisco González Tejera *

La inmoralidad de gastarse casi un millón de euros en el desfile del próximo 15 de Octubre en Madrid pone los pelos de punta, un despilfarro más de los miles, que parte de las mentes siniestras que gobiernan este país con mano de hierro para destruir las vidas de las personas honradas, recortar derechos, privatizar servicios públicos esenciales, generando en pleno 2015 que cuatro millones de niños y niñas estén pasando hambre, que gran parte de la ciudadanía no llegue a final de mes, que cientos de miles de enfermos en situación de dependencia hayan muerto en pocos meses por la retirada criminal de sus constitucionales ayudas.
 
Pero nada de esto parece importar a este régimen, a la Casa Real, a su rey, a un gobierno entregado a la orgía del austericidio, como fieles mayordomos de la calaña financiera internacional del FMI, BCH o la Unión Europea, que les dictan letra a letra, muerte a muerte, sangre a sangre, el diseño de un genocidio social sin precedentes en la historia de este triste rincón marginal de Europa.
 
Como cada año un ejército deshumanizado, heredero directo de la brutal dictadura de Franco, saldrá a las calles en Madrid, mientras los gerifaltes, ataviados de sus mejores galas y medallas, observarán sus evoluciones desde un palco rodeados de guardaespaldas armados hasta los dientes, el desfile de las trasnochadas legiones, los tricornios, las cabras disfrazadas que tomarán la capital como en los mejores tiempos del franquismo, la idea, el objetivo: Mostrar el fervor patrio, el falso y ridículo poderío militar, el homenaje a las armas, al terror, al fallecimiento cotidiano de la esperanza.
 
Luego los/as mil o dos mil “elegidos/as”, de la selecta “alta sociedad española”, después de saciar su exaltación patriótica entre uniformes, tanques, aviones, fusiles de alta tecnología diseñados para matar, tras su desfile, de la algarabía de su particular y ancestral “Día de la raza, estos más de mil personajes del sainete más triste de nuestra historia, de la ambición, del egoísmo, de la insolidaridad, de la absoluta falta de empatía con sus semejantes más necesitados/as, se irán de banquete millonario a cargo de erario público, brindarán como cada año con vino español de reserva, del más caro, el que la mayoría de quienes sobrevivimos con lo puesto no nos podremos permitir jamás.
 
A pocas manzanas del desmesurado “espectáculo” habrá familias sufriendo sin nada, desahuciadas, sin futuro, sin trabajo, sin comida, destruidas sus vidas por la codicia de gobernantes sin escrúpulos, de personajes que bailan en canales televisivos mientras matan de hambre al pueblo, que celebran en yates, mansiones y hoteles de lujo como arrasan por la libertad y la verdadera democracia.
 
* En La casa de mi tía por gentileza de Francisco González Tejera