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miércoles, 24 de abril de 2024 00:29h.

De civilización y la culpa de Rajoy - por Erasmo Quintana

 

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erasmo quintanaEn opinión de sesudos pensadores -a los que pongo con atención mi oído- el origen de la civilización fue el desarrollo pautado del sentimiento de culpa.

De civilización y la culpa de Rajoy - por Erasmo Quintana *

freud culpaEn opinión de sesudos pensadores -a los que pongo con atención mi oído- el origen de la civilización fue el desarrollo pautado del sentimiento de culpa. De modo que cuando el humano fue capaz de sentir remordimiento por algo que hizo trazaba la senda de un nuevo ser: el homo civilizado. Venía en sus orígenes de un comportamiento animal, radicalmente natural como ver los amaneceres o la contemplación de las estrellas en el firmamento. Su humanos civilizaciónmentalidad primitiva le impedía sentirse culpable de nada. Es decir que la culpabilidad, ese sentimiento personal íntimo de la propia responsabilidad en la comisión de un delito, viene cuando el bruto va subiendo peldaños que lo mejoran humanamente. Dicho de otro modo, se civiliza. Mientras, hasta entonces, todo le estaba permitido; para él no había mal en el incesto, dar muerte a su semejante, el infanticidio y en la práctica del canibalismo y el sometimiento y maltrato a la compañera. En ese estadío de las cavernas que tan poco exigente era con su conducta primaria, no había espacio para el remordimiento.

rajoyDicho queda, pues, que el sentimiento de culpa es cosa de gente civilizada. Menos en el Sr. Mariano Rajoy. Mírenlo por donde lo miren, en su dilatado periplo de la política –que son unos cuantos años-, Rajoy todo lo ha hecho bien; qué digo bien, supinamente a las mil maravillas. Como los políticos de fuste, esos que catalogamos de animales políticos, comenzó siendo concejal de su pueblo compostelano, recorriendo en sentido ascendente todo el escalafrajoy fraga apón de su partido; primero Alianza Popular del superministro de Franco, Manuel Fraga, convertido más tarde en Partido Popular, cuando el fundador vio que con él de aspirante a La Moncloa, reciente el 23-F, lo conseguido era poco más que el Partido Comunista de Santiago Carrillo. Puso su dedo sobre José María Aznar y la cosa dio un cambio. Al PP ya no se le veía tan heredero de Franco. Allí estuvo siempre el Sr. Mariano en los fogones y de meritorio comiéndose el marrón con el chapapote de las costas gallegas. Viendo cómo se financiaba su partido a todos los niveles; en lo personal, recibiendo sobresueldos de la caja B según anotaciones de su amigo y compañero Luis Bárcenas; dirigiendo campañas en  elecciones generales sin enterarse cuánto costaban las mismas y de dónde venía el dinero.

RAJOY PAPELES BÁRCENAS

rajoy declarandoLo vimos declarando en la Audiencia Nacional como testigo; y más que eso, a las preguntas que le hacían contestaba como si él fuera el acusado. Al decir de los entendidos parece que no dijo la verdad. Lo mismo que en la sesión parlamentaria con el tema monográfico del caso Gürtel. De su boca no salió este nombre y lo negó todo. A su intemperancia y soberbia unía el ventilador con el “y tú más” sin perder ripio, además de escupirle al PSOE en la cara de la portavoz Margarita Robles lo de Lasa y Zabala, cuando ella es verdad que declaró ante el juez, pero con la diferencia de que con su declaración los autores fueron condenados; y a Pablo Iglesias también le tocó el mantra de la socorrida Venezuela para no contestar a las seis preguntas que le formuló. Mariano Rajoy no se ve con un atisbo de culpabilidad, nada por lo que tenga que pedir perdón. Por tanto, al sentirse sin culpa, como en el principio del principio del hombre, en él no hay lugar para el remordimiento. La mentira es para el Sr. Rajoy como el jorcón (horcón) a la platanera amenazada de caer por el peso del racimo. Él necesita no decir la verdad para mantenerse y no caer; pero en su caso, el motivo en vez de ser fruta, es la sistemática irregularidad.          

* En La casa de mi tía por gentileza de Erasmo Quintana

           

ERASMO QUINTANA RESEÑA